En nombre de las religiones se han cometido –y por desgracia, se siguen cometiendo en la actualidad- verdaderas salvajadas en el mundo. Por ejemplo, cristianismo e islam tuvieron violentos pasados. En el caso del cristianismo, ese pasado se ha dejado atrás y se ha convertido en una religión pacífica mientras que el Islam sigue anclado en el pasado, manteniendo vivo el rencor como consecuencia de violentos acontecimientos pasados –véase cruzadas- y evitando el progreso de las sociedades que lo practican mayoritariamente. Pero las religiones, ya sean violentas o pacíficas, contribuyan más o menos al progreso, den o no ficticiamente –sí, para veracidad tenéis la ciencia- sentido a la existencia, opino que deberían ser erradicadas todas y cada una de ellas pues no han traído más que problemas y siguen/seguirán trayéndolos. Las religiones no son más que un puto negocio del que han vivido y viven muchos farsantes así como un lavado de cabeza para los más tontos. Son creencias que agrupan a individuos que necesitan formar parte de un grupo para sentirse importantes y/o dar algún sentido a su patética existencia. Y todos sabemos que en cuanto un individuo pasa a formar parte de un grupo ideológico o religioso pierde toda su identidad y, por tanto, esa capacidad de pensamiento/razonamiento individual, independiente y crítico que tanto miedo da a las autoridades y líderes ideológicos que quieren mantenernos controlados. Son otra herramienta de confrontación, división y control del pueblo. Si a las religiones sumamos los actuales partidos políticos –sociedades compuestas por familias históricamente poderosas, amigos de dichas familias, mafiosos, vividores, delincuentes, asesinos, falsos mesías y sustentadas por los inútiles de sus votantes y afiliados-, corrientes ideológicas –la mejor ideología es aquella que agrupa las mejores cosas de todas y cada una de las ideologías existentes y no esas fantasmadas de comunismo, nacionalsocialismo, conservadurismo, progresismo, fascismo…- tenemos las herramientas perfectas para mantener dividido y controlado al pueblo.
Históricamente, los pueblos han sido involucrados por sus líderes políticos, ideológicos y religiosos en muchos asuntos de los que no querían ser partícipes como, por ejemplo, cruentas guerras en las que, curiosamente, el 99’9% de víctimas son civiles y soldados reclutados a base de lavados de cerebro o por la propia fuerza… O han sufrido decisiones tomadas para el “beneficio” del pueblo –en cuya toma no participa para nada el pueblo- de las que, paradójicamente, el que peor parado sale es el propio pueblo al que se dice beneficiar… En definitiva, muchos palestinos e israelíes no quieren conflictos de ningún tipo pero sus líderes sí que están interesados en dichos conflictos ya sea por intereses económicos, políticos… Y aunque parte del pueblo apoye a Hamas o al ejército israelí, seguramente sea porque les han lavado el cerebro. ¿Acaso un niño palestino nace siendo islamista o un israelí siendo judío?, ¿acaso un niño palestino nace queriendo ser terrorista, mártir o escudo humano?, ¿acaso un niño palestino nace siendo simpatizante de Hamas o un israelí apoyando a su gobierno?. La respuesta es clara: NO. Y de no ser manipulado en su vida, dudo que, con el sentido común y la capacidad intelectual y de raciocinio necesarios, lo haga en la vida. De disponer de dichos recursos, será su decisión ser uno más del rebaño y, por tanto, privado de libertad siendo esclavo de las decisiones de 4 cabrones o ser libre aunque sea tachado de loco o considerado una amenaza por el sistema que han montado unos cuantos inteligentes para gobernar a aquellos más tontos que ellos y, gracias al control de masas ejercido a través de esa mayoría de población carente de espíritu crítico y pensamiento independiente, hasta a los más inteligentes.
En definitiva, ni el pueblo judío es un cabrón ni el palestino el bueno de la película. Ambos se limitan a sufrir las decisiones de sus líderes, quienes realmente tiene la mayor parte de la culpa de todo lo ocurrido –el resto de la culpa recae en el pueblo por no luchar contra quienes les gobiernan aun a costa de su vida-. Y os garantizo que en ambos bandos encontraréis parte de razón/verdad pues hasta la más absurda de las ideologías la posee. Y el problema es ése: hay razón en ambos bandos. Los líderes se han encargado de partir la verdad en cachitos y coger cada uno alguno de esos cachitos para confrontar y manipular a sus pueblos con el único objetivo del beneficio individual.
P.D Dejad de enfrentaros por cuestiones como ésta. No sigáis el juego a los políticos, líderes ideológicos y religiosos. El pueblo tiene un enemigo común y ése no es el propio pueblo, sino los falsos líderes que rigen nuestras vidas en la actualidad.