Así las gasta la izquierda
02 AGO 2018 13:35 h
Fernando Sánchez Dragó
Sí, ésa que tanto presume de pluralismo, tolerancia y libertad de expresión.
Mi blog es hoy una correa de transmisión entre mi viejo amigo, a mucha honra, Jorge Verstrynge, y los lectores, si los hay, de Dragolandia. En este territorio libre y exento de jurisdicción, sin más fronteras ni leyes que las derivadas de mi albedrío, el buen gusto y la buena educación, siempre se concede derecho de asilo a quien, solicitado o no, lo necesita.
Anoche me llamó Jorge, visiblemente divertido y algo soliviantado, por no decir indignado, para informarme de que en diario.es, cabecera digital aquejada de crónica cojera del pie izquierdo, le habían encargado una serie de artículos y de que, una vez enviado el primero, había recibido la sorprendente (o no) noticia de que la censura ideológica se había abatido sobre él y de que no lo publicarían porque los lectores habituales del periódico no soportarían (sic) su contenido.
Esto es exactamente lo que Jorge me dijo, a lo que yo, de bote pronto, le ofrecí la posibilidad de colgar ese artículo en mi blog. Accedió, le pedí que me lo enviara y aquí lo tienen. Sobra añadir que suscribo plenamente lo que en él se dice, pero que si no fuera así y disintiera yo de la opinión que su autor expresa, también lo publicaría.
Et voilà, mon cher George...
HIPOCRITAS SON....
Los franceses, que, habiéndose comprometido a acoger 30.000 migrantes procedentes de Italia y Grecia, cerraron sus puertos ante los barcos cargados de personas y a la deriva...
Los que ocultan la verdad ("ongs", tertulianos, "periodistas"...) que saben, pero no lo cuentan, que subirse a una barcaza le cuesta a cada migrante un mínimo de 3.000€. Ese dinero al sur del Sáhara, es una cantidad más que suficiente para montar una empresa o hacerse con una explotación agraria o ganadera...teniendo en cuenta que aquí no vienen cabreros, sino gente emprendedora, valiente, y con formación profesional como mínimo. Se trata de una gran sangría injusta para el país emisor.
Los que miran para otro lado, cuando saben que las personas dedicadas a la nueva trata de negros son las mismas que controlan el tráfico de armas hacia el sur y hacia el norte.
Los que ocultan que estamos ante unos traficantes que "trabajan con todas las garantías". Sólo beneficios: una vez subidos a las barcazas y llevados a cierta distancia de la costa, a los migrantes se les abandona, y se les confía a las fuerzas de la marina europea, llamadas al rescate, vía llamada de móvil (muy barato); si llegan a tiempo, bien y si no... Desembarcados en las costas europeas, si no se les da asilo, tampoco (o muy difícilmente) se les puede echar.
Y ahora Alemania ofrece (porque Grecia e Italia ya no pueden más) erigirnos en nuevos campos de concentración a cambio de plata (cuando la magnitud del nuevo fenómeno migratorio para los europea, es ya una cuestión de identidad, mucho más que de dinero). Y por cierto, a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia habría que darles medios suficientes, para que controlen sus costas y las nuestras.
Nuestra responsabilidad como blancos descendientes de negreros (cuando eran los propios negros los que vendían negros a los árabes con fines de esclavitud): ¡nula! Ninguna responsabilidad. Nuestros antepasados hicieron la revolución francesa, ahora les toca a los "subsaharianos" (que vocablo más púdico); no debería ser tan difícil, en un continente (el africano) ahora mismo en la cresta del crecimiento económico.
Afirmar que acoger a estos a estas personas masivamente no creará efecto llamada es, sencillamente, insultar la inteligencia humana.
Fdo. Jorge Vestrynge.
(Addendum: me dice también Verstrynge que el multimillonario Soros -horresco referens- ayuda con subvenciones, donaciones, becas y cosas así al diario de marras. Le pregunto si ha verificado esa información y me dice que es el propio diario quien lo reconoce. Todo cuadra. A Soros, Sumo Hacedor de la decadencia del mundo occidental y de la Europa buenista, entreguista y oligárquica, le interesa, como a todos los de su casta y los de su cuerda, la importación masiva de mano de obra barata).
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/dragolandia/2018/08/02/asi-las-gasta-la-izquierda.html
Abro un debate serio respecto a un breve artículo de Verstrynge donde lo que me resulta peculiar es el tratamiento que se le ha dado al autor más que el contenido en sí.
Entiendo que los periódicos tienen que mantener la línea editorial pero rechazar un artículo por encargo porque los lectores habituales del periódico no soportarían (sic) su contenido me parece una estupidez ¿por qué no añadirle un anexo desentendiéndose de la opinión del escritor firmante?