La guerra en Iraq provocó una inédita y peligrosa división entre Alemania y Estado Unidos y congeló las relaciones personales entre George W. Bush y Gerhard Schröder. Pero el fantasma de una nueva potencia nuclear en la zona más inestable del planeta convenció este miércoles a los enemigos del pasado de enterrar el hacha de Iraq y unir fuerzas para impedir que Irán lleve a cabo su crucial programa de enriquecimiento de uranio, que le puede permitir tener misiles con cabezas nucleares en dos años.
La extraordinaria e interesada reconciliación llegó a su fin en Maguncia con una declaración de fe poco usual en la diplomacia mundial. "Nadie quiere ocultar que hemos tenido diferentes opiniones sobre algunos aspectos en el pasado, pero eso es el pasado", destacó Schröder al dar un primer paso para sellar la paz con su poderoso rival. "Es necesario para nosotros dejar atrás las diferencias del pasado", dijo el presidente al aceptar la pipa de paz que le ofreció Schröder.
Irán
La simbólica reconciliación sellada en territorio germano dio paso para que los dos líderes enumeraran, durante una breve rueda de prensa conjunta, los grandes desafíos que tienen por delante. En primer lugar Irán y su programa de enriquecimiento de uranio, que puede convertir al régimen de los ayatolás en una nueva potencia nuclear.
Y en este aspecto, tanto Schröder como Bush fueron categóricos. "Irán debe decir no a cualquier tipo de armas nucleares. En esto hay un acuerdo absoluto entre nosotros y creemos que esta meta deber alcanzada a través del camino de negociaciones diplomáticas", dijo el canciller Schröder.
"Es vital que los iraníes escuchen al mundo hablar con una sola voz que no deben tener armas nucleares. He dicho que todas las opciones están sobre la mesa y esto es parte de nuestra posición, pero la diplomacia recién ha comenzado. Irán no es Iraq", sentenció el presidente Bush.
Nueva era
Las diferencias persisten sobre Irán, pues Washington sigue insistiendo en que todas las opciones están sobre la mesa, aunque se de prioridad a la diplomacia. Pero el consejero de seguridad nacional de Bush, Stephen Hadley, declaró al final de la jornada que el presidente ha escuchado las propuestas alemanas de ofrecer incentivos a Irán para abandonar su programa nuclear y que Washington va a reflexionar sobre ellas.
En el tema medioambiental Bush y Schroeder decidieron olvidar sus diferencias sobre Kioto y establecer una cooperación bilateral tecnológica. El tema de las aspiraciones alemanas a entrar en el Consejo de Seguridad de la ONU no salió a relucir. Pero Hadley dijo que las posiciones "de ambos están claras y que no es un área en la que hayamos tenido desacuerdos", una declaración que se presta a especulaciones ya que EEUU no ha expresado hasta ahora apoyo a las ambiciones de Berlín. [...]
Fuente: Heraldo.es
Opinión personal: Se les dejo que hicieran el genocidio de Irak... esta visto que no sirve de nada salir a la calle a gritar, vuelven a las andadas, ya ni se preocupan en buscar nuevas escusas, todos amigos, que asi nadie se que.da sin su parte del pastel.
Ahora salir vosotors, aquellos hipocritas en alabar la "demokrazia".