Siempre hemos escuchado las historias del peculiar Montmartre parisino y las reuniones que ahí hacían los pintores y bohemios de la capital francesa en los siglos XIX y XX. En sus calles, elevadas por una colina que las separa del París normal y corriente, aún se puede respirar lo que hace tiempo fue refugio de artistas y pensadores, de revolucionarios e idealistas. Fue el barrio que empezó el proceso revolucionario que culminó con la creación de una comuna popular en la ciudad de París el año 1871. Personalidades como Pablo Picasso, Rosa Luxemburgo, Amadeo Modigliani o Vincent Van Gogh habitaron en sus muros y pasearon por sus calles.
Ciertamente, Montmartre se trata de un enclave idílico, donde es obligado ver el atardecer desde la colina que le da nombre. Pero, afortunadamente, muchas zonas se han hecho eco del espíritu del barrio de París, y han quedado impregnadas de la esencia de sus calles. Uno de esos lugares, y del cual pretendo hablar aquí, es el de la República de Užupis, hermandado con el famoso barrio parisino desde 1998.
Este barrio se encuentra situado en Vilnius, la capital de la actual Lituania. Pese a no tener la historia de la que puede presumir Montmartre, se ha convertido en uno de los lugares más famosos del país. Su independencia no data más allá del primero de abril de 1997, cuando el barrio se autoproclamó como república independiente, con sus propia constitución, himno, presidente, y ejército de la no-violencia, formado por 12 integrantes. Las razones de la creación fueron diversas, pero son fácilmente explicables al ver la situación geográfica del territorio.
Efectivamente, se encuentra rodeado por el río Vilnia. Diferentes circunstancias impulsaron al estado disidente, pero la principal fue la desatención que recibió por parte de las autoridades locales, pues se convirtió en un barrio caracterizado por la pobreza y el delito. Los artistas bohemios de Vilnius vieron en esa zona una oportunidad para poder vivir, al ofrecer precios baratos y estar al lado de ríos y jardines donde inspirarse. El día de los inocentes de 1997 se creó la República de Užupis, y se recuerda cada año en el día del loco, donde guardias fronterizos disfrazados sellan el pasaporte a todo aquél que quiera visitar la república, y se organizan concursos de pintura rápida. El corazón del barrio y símbolo de la república es el ángel de Užupis, situado en la principal plaza de la zona, que simboliza el renacer del barrio. La calle principal está llena de cuadros de los artistas locales, y tiene la constitución escrita en sus muros.
El estandarte de la república, el ángel de Užupis.
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