Cuando somos jóvenes y tenemos mucho por hacer, tenemos la cabeza llena de cosas, es normal.
Con el tiempo, con las metas cumplidas la vida va amoldandose como si del amor de una pareja de muchos años se tratara. Esto es, ya no son esas mariposas o no tanto, ya no es el sexo (o solo eso), es algo mas, algo mas profundo, algo mas real. La vida, en el día a día tiende a situarse en una neutralidad. Esa neutralidad es en la que nos solemos mover. Pero esa neutralidad en comparación con el éxtasis de cuando somos mas jóvenes parece un pozo de tristeza o desgana y no es así. Es simplemente que la normalidad no está llena de éxtasis ni alegría (que es una emoción). Esa neutralidad a veces da hasta miedo, genera un vacío. La normalidad está llena de tranquilidad, de conciencia, de comodidad, etc, etc. ¿Estás con tu vida tranquilo, lleno de concencia, cómodo o relativamente cómodo?, ¿cambiaría tu vida de ahora por algo?. ¿Te imaginas que te detectan una enfermedad grave de un día para otro?. Te aseguro que esto te sacaría de la neutralidad del día a día.
Como estamos instalados en la neutralidad no ocurren estímulos demasiado interesantes que nos conecten con nuestra vida anterior, llena de éxtasis y a menudo época en la que vemos la vida del color de las hormonas. Comprende que tu apatía puede venir de esperar algo de la vida que solo se vive cuando eres mas joven y que ahora, es otra etapa mucho mas estable y cómoda pero que suele faltar estímulos. A veces, esa falta de estímulos nos desconectan de nosotros mismos, de nuestra vida y parece que estamos sumidos en una rueda sin fin. Pero si, acaba. Todos acabamos muriendo en algún momento y puede ser la enfermedad que te han detectado de la que hemos hablado antes (en 1 mes) o dentro de 60 años cuando ya tengas 90 y postrado en una cama.
Te voy a dejar por aquí mi ensayo sobre el sentido de la vida.
El sentido de la vida
La vida no tiene sentido.
Te puede parecer muy duro lo que estoy diciendo y puede parecer una actitud pesimista, pero lejos de eso me sitúo en el lado de la balanza de la filosofía materialista o al menos lo intento. Te puedo estar dando miedo, puedo estar destrozando tus esquemas mentales, tus creencias, pero desde mi punto de vista, la vida no tiene nada de sentido.
Lo que llamamos vida no es mas que un cúmulo de casualidades que han permitido que estemos aquí. Desde la existencia casual de un planeta llamado Tierra que ha dado casualmente las características para que miles de especies de bichos puedan vivir sobre ella, que ha permitido la evolución casual de esas especies a lo largo de miles de años hasta la casualidad de que el Homo S. Sapiens sea capaz de ser consciente del ambiente que lo rodea y, mejor aún, de el mismo. Todo eso no son mas que casualidades que se han ido dando poco a poco y que nadie (bajo mi punto de vista) ha orquestado de ninguna manera. Nadie ha deseado que estemos aquí. Ni tus padres desearon que estuvieras aquí, solo desearon tener un hijo o una hija, pero no a ti concretamente.
El Humano no puede responder "para", si que puede responder y a duras penas "por qué". Si nos centramos en intentar responder el "para" no encontraremos mas que el vacío, siempre. Siempre hallaremos un vacío abisal que nos aterrará, encontraremos el negro mas profundo y en ese negro profundo no veremos nada. Absolutamente nada y no nos responderá a nada. La nada, lo infinito, aterra a nuestro pequeño cerebro casual. La nada no cabe en ese minúsculo entresijo de neuronas casuales. ¿Para?, si ni siquiera la existencia del Universo parece que pueda responder un para, aunque parezca pretencioso. Y si no tengo un para, ¿que sentido tiene mi vida?.
Aquí viene lo bueno
La vida per sé carece de todo el sentido en tanto lo carece en donde estamos. Vale. En este punto es donde debemos hacer un trabajo de instrospección, debemos mirarmos por dentro y aquí si que podemos responder preguntas. Empezamos a tener algo de posibilidades.
¿Que te gusta?, ¿que te apasiona?, ¿que te atráe?, ¿que te llama la atención?, ¿que te hace sentir, explorar, expandirte?, ¿que te hace disfrutar, llorar, reir, correr, gritar?, ¿que te hace querer mas, y mas, y mas?, ¿que te hace no querer parar nunca?, ¿que amas?, ¿que odias?, ¿que te da miedo?, ¿que te pone al límite?, ¿que..?, ¿que..,?, podríamos seguir haciendo preguntas de este tipo indefinidamente.
¿Has respondido alguna?. ESO ES LO QUE LE DA SENTIDO A TU VIDA.
Las respuestas a esas preguntas, en el mayor de los casos eres tu, es tu percepción de la vida, es lo que le da sentido a tu vida. Eres tu el dueño del sentido de tu vida y nada mas en este mundo. El sentido de tu vida va a girar entorno a lo que te desees que quieras que gire y que va a ir relacionado con las respuestas que has dado a esas preguntas.
Podríamos caer en la tentación de "para qué" de las respuestas a esas preguntas, pero recordemos que no somos capaces de responder esa pregunta pues solo obtendremos el silencio mas claro y puro. Las respuestas a las preguntas de antes son tu motivación, son tu forma de ver la vida, son lo que hacen moverte, son las que te inspiran, son....LAS QUE LES DAN SENTIDO A TU VIDA, SOLO A LA TUYA.
Nos hemos perdido intentando encontrar un sentido a la vida muchas veces y, resulta que el sentido a nuestra vida solo podemos dárselo nosotros mismos. Además, es algo que se puede practicar y mejorar. Generalmente va costar un pequeño esfuerzo, pero mucho menos que encontrar la respuesta a un vacío infinito.
Dejemos de echar balones fuera y empecemos a trabajar nuestra actitud ante la vida, nuestro sentido de la vida. Como suelo decir, todo en esta vida es una bola de nieve: si la empujas hacia arriba y coges inercia cada vez te costará menos, si la dejas caer cada vez te costará mas subirla hacia arriba.
Antonio Ángel de la Mata López