Voy a contar un caso que me pasa desde hace un mes ya que no me apetece abrir un hilo para ello ni tampoco lo creo conveniente; pero así me desahogo que estoy en el trabajo y hay poca faena:
Trabajo en una multinacional telefónica de cara al público. Hará cerca de tres meses un cliente acudió a tienda para adquirir un teléfono para él y su mujer; lo que todos sabéis: cuota mensual, permanencia, etc etc. Ambos cogieron una tarifa barata (menos de 20€ mensuales) con teléfonos sencillos pero con cierta calidad (Nokia Lumia 625 y LG L7II). Lo que pedían, ni mas ni menos.
Pasado un mes, el marido, de etnia marroquí, viene a la tienda diciendo que no querían esos teléfonos, que habían sido engañados, cuando precisamente vieron físicamente los teléfonos que iban a contratar, los estuvieron tocando y probando e incluso vinieron un par de veces a verlos y saber mas de ellos antes de decidirse. Tras indicarle que eso no era cierto, el cliente se marcha sin decir una palabra. Al poco tiempo viene con ambos teléfonos totalmente destrozados, exigiendo que la compañía (en este caso mi tienda) pague la reparación del teléfono, algo que no se hace ya que existen seguros que cubren este tipo de accidentes y del que además la tienda no se hace responsable. Ante mi negativa el cliente me amenaza de muerte en reiteradas veces, obligándome a llamar a la policía. Mientras los Mossos lo interrogan hablo con mi supervisor de zona y como no me interesa acabar mal con nadie decido ya no solo no denunciarle si no asumir el coste de la reparación (en este caso la tienda) de ambos teléfonos, algo que nunca se hace, para evitar problemas.
Tras dos semanas en el servicio post-venta, el teléfono de su mujer llega como irreparable debido al estado lamentable del teléfono, en cambio el suyo (Nokia Lumia 625) es cambiado por uno totalmente nuevo (algo que se conoce en el mundillo como un Swap). No entiende que el teléfono de su mujer no se pueda reparar ya que, según dice, en un pakistaní se lo reparan por 65€. Exige una y otra vez (de forma alterada y violenta) que se le pague la reparación del teléfono y que si no, me atenga a las consecuencias.
Acaba de estar esta mañana para decirme textualmente: ''Te juro por mi dios que acabo con tu vida'', ''si vas dentro del coche te quemo con el dentro'', ''cuando salgas te voy a joder la vida''. Estas amenazas (con las mismas palabras) se han dado en las cuatro visitas del señor a la tienda.
RPV: Un moro me amenaza de muerte al querer que se le repare un teléfono gratis.