Nadie en el Tercio sabía
quién era aquel legionario
tan audaz y temerario
que en la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
mas la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Más si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera,
defendiendo su Bandera,
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama,
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba,
su postrer despedida le consagraba:
Por ir a tu lado a verte,
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi Bandera.
Me cago en la puta, pelos de punta, los niños se lo pasarian pipa, no solo por la cancion, sino por que seguro que en la visita harian cosas molonas de la legion, hay que ser un puto amargado para quejarse por ello, pero bueno solo hay que ver que en este pais la gente vive totalmente amargada por todo como si tuviera un dildo en el ano de sol a sol.