Ya sabemos que el consumo de tabaco es el responsable del 90 por ciento de la mortalidad por cáncer de pulmón, del 95 por ciento de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, del 50 por ciento de la mortalidad cardiovascular y el 30 por ciento de las muertes que se producen por cualquier tipo de cáncer.
Trasladados estos datos mundiales a España, las muertes por consumo de tabaco alcanzan al 16 por ciento de todas las muertes ocurridas en la población mayor de 35 años. Lo peor es que no todo el mundo que fuma configure ese porcentaje, sino que también mueren por culpa del tabaco personas que no fuman: son los "fumadores pasivos", los que se tragan el humo de quien fuma.
Todos conocemos que el tabaco mata como anuncian las cajetillas, pero mientras que el fumador se arriesga a morir conscientemente por este producto mercantil y fiscal (las empresas obtienen beneficios) y también el Estado a través de los impuestos, el fumador pasivo no. Además, la Seguridad Social y los Servicios de Salud, tienen que soportar un gasto muy importante a causa del tabaco.
Ante este panorama, el Estado Español afronta su particular lucha contra el tabaquismo, si bien esta también se ha iniciado en el marco de la Unión Europea y más allá, en el seno de la Organización Mundial de la Salud. Se espera que el 1 de enero entre en vigor la nueva normativa reguladora...
En primer lugar, se pretende asfixiar a la empresa tabaquera, lo que no deja de plantear problemas, pues mucha gente vive de ello. Se limita la publicidad del tabaco y el patrocinio es decir, contribuciones a acontecimientos, actividades etc...Ya se ha comprobado que la subida del precio del tabaco es relativamente eficaz. Además, ahora se esta introduciendo tabaco ya denominado de "bajo precio" que esta produciendo el efecto contrario, al atraer mas personas al consumo, especialmente jóvenes, a los que se les ha levantado la barrera económica.
Es cierto que la venta se prohíbe a menores, aunque habrá que comprobar hasta que punto esto evitara la disponibilidad de cigarrillos por estos. Por ejemplo, según las estadísticas, el consumo de alcohol entre jóvenes ha crecido a pesar de estar prohibida su venta.
También se limitan los lugares donde puede venderse tabaco. Entre otros sitios, no se podrá vender en centros y dependencias administrativas, centros sanitarios o de servicios sociales y sus dependencias, centros de enseñanza, centros e instalaciones deportivas etc.
Y por supuesto, se dice donde se puede o no fumar. No se puede en los centros de trabajo, sean públicos o privados salvo en los espacios al aire libre. Tampoco en los centros y dependencias de las Administraciones Publicas ni en los centros, servicios o establecimientos sanitarios, centros de enseñanza, ni lugares donde se desarrollen espectáculos públicos, siempre que no sean al aire libre como si no afectara a quien se encuentra al lado de un fumador empedernido... en una plaza de toros o estadio de fútbol y otros muchos mas.
Los bares, los restaurantes y demás establecimientos de hosteleria, salvo que se habiliten zonas para fumadores, cuando su superficie destinada a clientes sea superior a 100 metros cuadrados, habilitación que no será posible si el establecimiento se encuentra dentro de un lugar prohibido como un bar o una cafetería en un hospital. Estas zonas se tendrán que señalizar, compartimentadas, con sistemas de ventilación y limitación de superficie, con el consiguiente gasto para sus dueños...
En resumen, quien quiera fumar que fume, solo, en compañía de otros fumadores, dentro del vehiculo propio, al aire libre, en su casa, donde quiera...
Eso si, se dice que se promoverán programas para desengancharse del tabaco, aunque ya se vera en que queda...
Si alguien es sorprendido fumando donde no se puede, a pesar de calificarse como una infracción leve, puede caerle una multa de 30 a 600 euros.
Con los centros, empresas y otros lugares los importes pueden llegar hasta 600.000 euros.
Esperemos que el agente que nos sancione no vaya fumando igual que cuando vemos cometer infracciones de trafico a policías con la excusa de la prestación del servicio cuando en realidad es por la misma causa que un particular efectúa un giro prohibido: pereza.
Yo soy fumadora y siempre respete a los que no lo son. ¿Creéis que es necesaria esta ley? A mi desde luego me parece exagerada, pero bueno, donde hay capitán no manda marinero...
Ojala después de todo esto se tomen mas en serio en analizar todas las sustancias que meten en el tabaco, igual se sorprenden, aunque creo que no, porque lo saben... pero eso parece que no les interesa mucho... ¿por que será...?