Los residentes de Lajamanu, un pequeño pueblo australiano en la frontera del desierto de Tanami, se han quedado estupefactos al ser bombardeados, literalmente, por una lluvia de centenares de peces. Las percas cayeron sin tregua sobre las cabezas de los ciudadanos que corrieron a sus casas para protegerse. Los meteorólogos señalan que el incidente fue causado probablemente por un tornado. El fenómeno absorbe el agua y los peces de los ríos y después los arroja a kilómetros de distancia.