¿Qué hay detrás del eje central de mercancías? Pues hay lo que en castellano llaman un pelotazo , uno de los pelotazos urbanísticos y financieros más grandes de la historia de España.
Al sur de la Meseta, a caballo de Sierra Morena y los Montes de Toledo, se extiende una región sin nombre, de clima inhóspito y de incomparable belleza natural, con una superficie equivalente a la de Cataluña y Aragón juntas. Es una de las regiones con menor densidad de población de toda Europa y quizás, incluso, del planeta. Sólo hay dos ciudades importantes, Ciudad Real y Puertollano. Ambas se esfuerzan por ser casi tan grandes como Granollers.
Durante generaciones ha sido una región aislada, a pesar de su relativa cercanía con Madrid. Pero la falsa prosperidad llega a todas partes. Actualmente, la región está llena de proyectos viarios y de infraestructuras. En total se proyectan 2.500 Km de autovías.
A pesar del fiasco de las autopistas radiales de Madrid que han dejado un agujero de 8.000 millones de euros, el Ministerio de Fomento prevé su prolongación. Con poco más de 1.300 vehículos diarios, la AP-41 (Madrid - Toledo), es la autopista con menos tráfico de toda Europa. Y a pesar de la deuda millonaria que nos deja, Fomento la hará llegar hasta Córdoba. La futura AP-41 irá en paralelo a la autovía A-4, una carretera de doble calzada con una intensidad media de circulación de 14.000 vehículos diarios, tantos como la C-66 (Palafrugell - Corçà) o la BV-2244 a la altura de Sant Sadurní d'Anoia. Es más, buena parte del trazado de la AP-41 coincide con la nueva autovía A-41 que también unirá Toledo y Córdoba siguiendo el trazado del AVE Madrid-Sevilla.
Muchos terratenientes de la zona se frotan las manos al pensar que las expropiaciones de terrenos para hacer las radiales de Madrid se pagaron a € 3,161 / m² cuando, inicialmente, el Ministerio de Fomento las valoraba en 28 € / m². Los Franco, los Abelló y los Serrano Sunyer, entre otros, se repartieron más de 1.800 millones de euros de sobrecostes que tendremos que asumir los ciudadanos.
Esta es tierra de contrastes. A pesar de ser objetivo prioritario de los fondos de la UE, es la región con más aeropuertos privados de toda Europa. En época de caza, entre octubre y febrero, se da una de las mayores concentraciones de jets y jumbos privados de todo el mundo. El motivo es que aquí se concentran las fincas de caza mayor más exclusivas de España, muchas de ellas incluidas en los circuitos cinegéticos internacionales. En las fincas no se accede pagando, sino por invitación. Hay que ser miembro de un selectísimo grupo de personas para disfrutar de las actividades cinegéticas y de los negocios que a su alrededor se hacen.
Curiosamente, los trazados de las nuevas autovías que se proyectan en Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía, transcurren por los umbrales de estas fincas de caza. Además de la casa real española y de algunos cortesanos afortunados, sus propietarios son los principales accionistas de empresas como Acciona, ACS, OHL, FCC, Sacyr Vallehermoso, Repsol, Cepsa, Caixa Bank, HSBC, BBVA ... las mismas empresas que construyen, financian, gestionan y hacen negocio en torno a las infraestructuras públicas del Estado.
Hace unos años muchas de ellas hicieron un frente común para promover la construcción del aeropuerto de Ciudad Real, el aeropuerto privado más grande de toda Europa, utilizando su influencia en Caja Castilla la Mancha para obtener el aval financiero. A pesar de no tener actividad comercial, en época de caza se daban cita más de 500 jets privados que acogían los miembros de las familias reales europeas y del Golfo Pérsico, así como empresarios y dignatarios de todo el mundo.
Los mismos promotores del aeropuerto de Ciudad Real, consiguieron los permisos para construir una zona industrial tan grande como la Zona Franca de Barcelona, aprovechando las ayudas de la UE y del Ministerio de Industria. Además, también se proyecta construir un dique seco; la terminal de contenedores marítimos de Europa construida nunca en tierra firme. La idea es que en las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad Real se desarrolle la principal zona de actividades logísticas del Estado. Un centro de distribución logística de proporciones bíblicas que se nutrirá de las mercancías de los puertos de Sines (Portugal), Cádiz, Algeciras, Málaga, Almería, Cartagena, y con el tiempo, Valencia y Sagunto. De hecho, pretende ser el puerto industrial y de mercancías más grande del sur de Europa, a pesar del pequeño inconveniente de situarse a 650 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, el despropósito no termina ahí. Todos sabemos que el aeropuerto de Barajas es deficitario, a pesar del constante trato de favor que recibe de Aena. La Agencia estatal, obliga a instalar las compañías aéreas que quieren operar desde El Prat ya desviar allí la mayor parte de vuelos intercontinentales, ya que Madrid es incapaz de generar tanta demanda por sí misma.
A pesar del déficit de Barajas, el Gobierno prevé construir dos grandes aeropuertos más a la Comunidad de Madrid. El primero, en Navalcarnero, a tan sólo dos kilómetros del aeropuerto privado del Álamo, está pensado para dar servicio a los VIP 's que se acerquen al nuevo circuito de automovilismo de la capital, el nuevo escaparate de la flamante Marca España. El segundo, se proyecta en Campo Real, cerca de Arganda del Rey. Será un aeropuerto de mercancías y ocupará una zona equivalente a dos veces el ensanche de Barcelona.
Sin embargo, ni Madrid ni Castilla generan suficiente demanda para justificar tanta infraestructura. Por eso mismo, los promotores de estos proyectos necesitan una red de alta velocidad ferroviaria de mercancías que conecte los puertos de la costa con la terminal marítima de Ciudad Real y el aeropuerto de Campo Real. Este es el corredor ferroviario que defiende En Común Podemos y el resto de partidos españoles. Mientras tanto, hemos de asistir impotentes a la descapitalización de Cataluña y del País Valenciano, por la falta de una simple red ferroviaria convencional con ancho de vía europeo. Y tenemos que ver cómo se van inversiones millonarias para la obsolescencia programada de nuestras infraestructuras.
España emula las hazañas de sus antepasados. Los ferrocarriles construidos a mediados del s. XIX alrededor de la Villa y Corte, conectaban los Reales Sitios, las Reales Fábricas y las principales zonas de recreo de la aristocracia española: los palacios de Oriente, Aranjuez, Riofrío, La Granja de San Ildefonso, El Escorial ... y las inaccesibles fincas de caza de la familia real y de sus acólitos: el Pardo, la Casa de Campo, Valle de Cuelgamuros, la Encomienda, el Bosque de Riofrío, los Llanos ... un despropósito de dimensiones colosales que terminó con el advenimiento de la primera república y una de las quiebras más graves del estado.
Albert Puente , presidente del Círculo Catalán de Negocios
Dejando de lado que el autor de este artículo de opinión barre para su casa, el problema en España persiste y persistirá siempre. Al final todas estas obras faraonicas las acabamos pagando los ciudadanos dos veces, vía impuestos directos y vía las ayudas que la UE ofrece al Estado y que este malbarata. Aun que esta vez parece que la UE no quiere financiar más proyectos de esta envergadura y prefiere mantenerse al margen ( http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/bruselas-afirma-que-corredor-pirenaico-del-irrealizable-1426352 )
Podría ampliar mi opinión al respecto, pero creo que el artículo habla por sí mismo (obviando, como he dicho anteriormente, la clara posición política del autor...)