Las nuevas tecnologías son peores que las drogas. Eso es al menos lo que trata de defender un estudio encargado por HP en el que se asegura que escribir mensajes de teléfono móvil (SMS) y correos electrónicos de manera obsesiva puede reducir el coeficiente intelectual hasta dos veces más que si se fuma marihuana.
El estudio, encargado por la compañía informática Hewlett Packard, señala que estas formas de comunicarse, que se han convertido en un fenómeno que los expertos han llamado "infomanía", pueden reducir hasta diez puntos el Coeficiente Intelectual de quien las practica de manera obsesiva. La "infomanía" afecta especialmente a los hombres adultos y sus efectos equivalen a pasar una noche en vela, según revela este estudio difundido en el Reino Unido.
Esos efectos vienen inducidos por la pérdida de concentración de los empleados en horas de trabajo, pues el constante contacto con las tecnologías los distrae de sus obligaciones y hace que el individuo esté constantemente pendiente del móvil o de la web.
Además de influir en el coeficiente intelectual, las nuevas tecnologías reducen la productividad de los empleados y crean estrés y mal ambiente de trabajo. Glenn Wilson, psicólogo de la Universidad de Londres que ha realizado parte de este estudio, señaló que este fenómeno es "real" y que cada vez está más extendido. La "infomanía" daña "la forma de trabajar de las personas al reducir su agudeza mental", por lo que las empresas deberían tener muy en cuenta este fenómeno.
Para elaborar este estudio, los psicólogos han sometido a 18 voluntarios a varios ensayos clínicos y han entrevistado a 1.100 adultos, de los que el 62 por ciento confesó ser adicto al correo electrónico y a los mensajes de móvil. La mitad de los encuestados reconoció que siempre intenta contestar de forma inmediata a los mensajes de texto y a los correos, aunque para ello tenga que interrumpir cualquier tipo de conversación.