¡Y es que es un negocio en alza! Según dice una noticia, gracias al consumo de cocaína se están poniendo de moda las reconstrucciones nasales:
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080121/sociedad/cocaina-dispara-cirugia-nariz-20080121.html
Me gustan especialmente algunos puntos, como que "no hay datos concretos porque todavía no se ha realizado un estudio serio y programado sobre el asunto, pero ésta es una realidad cada vez más común para los especialistas". Vale, no hay datos concretos pero es una realidad.
"Su consumo es mucho más compulsivo que el de la heroína; y a diferencia de ésta carece de un buen tratamiento con un compuesto alternativo capaz de provocar un subidón sin generar adicción, como la metadona". Ah, vale, que la metadona no crea adicción.
Y más paridas que sueltan, pero bueno. Volviendo al tema, este tipo de casos se dan en gente con historiales de consumo realmente abusivos. Por ejemplo, cuando salieron las fotos de la gente a la que se le agujereaba el paladar, contaban los cirujanos que "los seis pacientes que trataron, con una media de 38 años, tenían un largo historial de esnifar cocaína. Siete años y medio, más de dos gramos al día" (http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/11/08/medicina/1194539817.html). Ahí es ná.
No seré yo el que niegue que uno de los efectos del consumo (muy) prolongado y (muy) excesivo de cocaína es el provocar daños en el tabique nasal. Pero si no se sitúan los problemas en su dimensión, el resultado es un montón de mierda alarmista que crea el efecto contrario al deseado.
Por último, para convertir esta noticia en un hilo educativo, os recordaré unas pequeñas pautas para reducir riesgos, pequeños farloperos: picar bien el material antes de metérselo, alternar las fosas nasales, usar un turulo limpio y no compartirlo (se pueden contagiar enfermedades), y una vez en casa, lavarse bien la nariz con agua (mejor si es suero fisiológico). ¡Vuestro tabique os lo agradecerá!
Y buscaros un buen camello, que son más dañinos algunos cortes que la droga en sí, aunque parezca que los de arriba todavía no se hayan enterado.