Woody Allen decía en la película “Annie Hall (1977)”: "No critiques la masturbación, es sexo con alguien a quién quiero". Pues mire usted, sí y no. Sí en la primera parte de la frase y no en la segunda porque ¿acaso para tener sexo con alguien es necesario quererlo? Esto, a mi juicio, nos dejaría la definición correcta de la masturbación como “sexo con alguien que te pone mucho”.
Dicho esto, debemos también ocuparnos ahora del defenestrado término de “pajero”, habitualmente usado en nuestra jerga para referirnos al típico tipo que se mata a pajas ante la imposibilidad de obtener sexo con mujeres. Pues bien, si llamamos fumador tanto a aquel tipo que fuma 1 cigarro al día como aquel que se chuta 3 paquetes, creo que estaremos todos de acuerdo en que “pajeros”, lo que dice “pajeros”, somos todos.
También creo que es justo recordar que en nuestro país la mala fama que ha tenido machacársela vino con la educación ultracristiana durante el franquismo. Unos oscuros años donde los maestros curas buscaban aterrar a sus alumnos con los “efectos secundarios” que podía tener pelársela: ceguera, acabar con las palmas peludas, encogimiento del pene, enfermedades mentales y varios despropósitos más.
Jamás se hablaba entonces de los beneficios que tenía el auto-ordeñe, como reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño, liberar la tensión... Nah, nah, cascársela era catalogado como acto impuro y si eras un chavalín cristiano que había “pecado”, era necesario confesarte si querías volver a comulgar. Sin duda, unos años de dura represión sexual para la chavalada y donde, ante tantas barreras éticas y morales impuestas sin motivo, el reconocer abiertamente machacársela adquirió en las escuelas un cierto caríz de outlaw o rebeldía social.
Muchísimo ha llovido desde entonces, sí, pero el acto en cuestión es tan simple que sigue siendo idéntico en su ejecución. Las variaciones en todo este tiempo han venido por la mayor aceptación social y los infinitos estímulos que hoy día existen para machacársela respecto hace (pongamos) 30 años.
Preguntamos a los puteros
En una encuesta realizada en un foro de puteros respondieron 509 hombres, la mayoría de entre 35 y 54 años y donde el 60% de los votos llegaron de Madrid y Cataluña.
Pues bien, el 50% de ellos confesó recurrir a las escenas porno como fuente de estímulo. Algo impensable hace 3 décadas, donde no había internet y lo más hardcore que se disponía para machacártela eran revistas porno tipo Private y alguna peli “guarra” VHS si eras mayor de edad y te era permitido alquilarla en un Sex Shop.
El segundo estímulo más recurrido según los encuestados es el recordar alguna escena sexual pasada (31%). Muy lógico por otro lado, pues creo que todos hemos tenido momentos sexuales épicos con alguna mujer que nos excita volver a recordar cada cierto tiempo. En cambio, lo que más nos ha llamado la atención es que solo un 1% de los puteros recurre a machacársela pensando en una famosa que le da morbo. Sin duda, otro claro indicador de cómo el acceso gratis al porno ha conseguido aniquilar la imaginación y se opte ahora de internet, lo más rápido y directo.
Dicho esto, si hoy día todos tenemos porno gratis disponible en internet, imaginad la suerte que tendrá la siguiente generación pajera cuando tengan a su disposición la realidad virtual y el Metaverso. No tengáis dudas que será lo más parecido a estar dentro de una peli porno y participar. ¿Acabará esto con servicios como Tinder y negocios como la prostitución? Fácil no lo tendrán para subsistir, desde luego.
A cualquier hora, en cualquier sitio
Nuestros votantes puteros opinan que el machársela no entiende de sitios ni horarios. En otra pregunta que realizamos (pero que no aparece en los gráficos) más de la mitad (54%) confesó machársela a cualquier hora mientras que el 30% prefería por la noche. El mismo porcentaje (54%) no tenía ningún sitio favorito para hacerlo mientras que el 37% lo hacía en la cama. Cruzando ambas respuestas podemos afirmar que el 54% de nuestros puteros se la pela a cualquiera hora y en cualquier sitio. Y dado que el estímulo principal son las pelis porno, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que si nuestros votantes fuesen por la calle y súbitamente contemplasen una escena porno, la mitad de ellos buscaría un sitio para pelársela.
Nunca antes de tener sexo de pago
Quisimos también conocer si nuestros encuestados recurrían a machacársela antes de un encuentro de pago para aguantar más —masterclass que muchos recordamos en “Algo Pasa Con Mary” (1998) — y la gran mayoría (64%) ha dicho que no, que no lo necesita. En cambio sí que más de la mitad (52%) nos confesó que tuvo que meneársela alguna vez para terminar.
Y por último, nuestra terrible inquietud de saber cuál es el máximo de pajas diarias de nuestros puteros ha sido resuelta: la mayoría (47%) tiene el 4 como récord personal. ¡Buena cifra! Eso sí, algo alejada de ese 20% que nos ha confesado que su récord está en machacársela 7 veces o más en un mismo día. A la luz de estos datos, ¿qué pensáis de la idea de organizar una maratón pajera a nivel mundial? Sí, una prueba anual donde onanistas llegados de todo el mundo compitiesen por quién puede pelársela más veces en un día sin desfallecer. En streaming y con posibilidad de apostar por el ganador. Como premio, 5 machacadas realizadas por tus 5 actrices
porno favoritas.