Bueno, por lo menos a Arévalo no le regalaron nada. A estas les han tenido que poner una mesa en la pública para que se les vean las caras, a ver si consiguen sacar sonrisas.
Y ahora saldrá el sojoso de turno a recordar el programa de Arévalo en La Nou rodeado de tías con las tetas enormes en ropa interior, que me encantaba de crío btw, a lo que yo recordaré que por aquel entonces, los 90 tardíos, Arévalo era una estrella en España y no una no name que han metido artificialmente en la pública para hacer proselitismo ideológico encubierto.