Una mujer californiana, cuyo doctor dice que la marihuana es la única medicina que la mantiene con vida, no puede escapar de la persecución federal por posesión de droga.
La acusada es Angel Raich, una madre de dos niños que sufre escoliosis, un tumor cerebral, náuseas crónicas y otras enfermedades. Siguiendo la recomendación de su doctor, fuma marihuana cada dos horas para atenuar el dolor y desarrollar un apetito inexistente, ya que los medicamentos tradicionales no surtían efecto.
El Tribunal Supremo falló en contra de Raich hace dos años, diciendo que usuarios y distribuidores de marihuana terapéutica podrían ser perseguidos por violar leyes federales respecto a drogas, incluso viviendo en un estado como California, donde la marihuana terapéutica es legal.
Tras esa sentencia, se cursó una apelación que se limitaba al derecho a la vida: la marihuana debería ser permitida si es la única opción viable para mantener con vida a un paciente.
Raich comenzó a llorar cuando se le transmitió la desestimación, y dijo que continuaría usando la droga.
"No les permitiré matarme", dijo.