El karma no entiende de aforamientos.
Tiene tela que ahora los miembros del PP hablen de pesares de conciencia y responsabilidades, cuando ellos fueron los primeros en echarla del partido y ahora todos los que acusan, entonces callaron como putas.
Si hubiera dimitido cuando hubo de hacerlo, esta señora quizá estuviera viva. El garrapatismo político no compensa.