Voy a dar mi opinión centrándome en #1, aunque también voy a aludir algunos comentarios de esta misma página:
En condiciones normales, creo que todos disponemos de lavabos en nuestro ámbito diario, y el único gran problema viene cuando las cosas se salen de lo normal. En el caso del botellón de fin de semana, hay que ser conscientes del hecho en sí de estar ingiriendo una elevada cantidad de líquido, al cual se añade la intoxicación etílica, que aumenta aún más la necesidad del organismo de expulsar dicho líquido.
Por regla general, no suelo ir a lugares de botellón donde no haya un lugar donde poder orinar sin crear perjuicio en la via pública, y aunque parezca increíble, es posible. Hay capitales donde la policía es más severa que en otras, y eso también influye, pero desde luego, a nadie le hace gracia que le dejen el portal el domingo oliendo como una cuadra de caballos.
En resumen: Todos hemos tenido que mear en alguna esquina oscura en más de una ocasión cuando hemos ido de botellón en alguna fecha señalada, pero es nuestra obligación cívica evitar que sea en la via pública, en consideración al resto de personas que no somos nosotros. Por lo tanto, toda acción punitiva por dicho acto es correcta desde el punto de vista cívico; no es de fachas, sino de personas educadas.