Fue hace unos 370.000 años cuando los humanos modernos y los neandertales se escindieron de un linaje común. Estos últimos fueron extinguiéndose poco a poco, mientras los 'Sapiens' fueron colonizando el Viejo Continente y evolucionando hasta lo que somos hoy en día. Sin embargo, y pese a que no hay evidencias de cruce entre ambas especies, compartimos con nuestros antecesores el 99,5% del código genético, según una serie de investigaciones que publican las revistas 'Science' y 'Nature'.
Hasta la actualidad, los estudios del ADN de neandertales estaban limitados al mitocondrio de la célula, que es únicamente transmitido por la madre y es menos útil que el ADN nuclear para estudiar cuestiones evolutivas. Para acabar con este vacío de información, científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, en Alemania, han logrado secuenciar fragmentos de ADN nuclear extraído de un hueso de neandertal de hace 38.000 años proveniente de un yacimiento de Croacia.
Tras analizar más de 70 muestras de distintos yacimientos -entre otros, el de la cueva de El Sidrón, en Asturias-, los científicos decidieron estudiar el fósil de un neandertal de la cueva de Vindija que estaba "excepcionalmente libre de contaminación de ADN del hombre moderno", señaló el genetista Svante Paäbo.
Los expertos analizaron más de un millón de parejas de bases de ADN, que suponen sólo un 0,3% de los 3.200 millones que componen el genoma completo del neandertal, y posteriormente compararon los resultados con la secuencia genética del ser humano actual y del chimpancé.
Según el estudio, el ancestro común más reciente de humanos modernos y neandertales vivió hace 706.000 años, y las dos poblaciones se dividieron en especies separadas hace 370.000 años. Fue entonces cuando las características genéticas de ambas especies se separaron, y empezaron a evolucionar de forma diferente.
Sin embargo, los genomas de neandertales y Homo Sapiens actuales son más de un 99,5% idénticos, aunque hay poca evidencia de que los neandertales hayan contribuido al acervo genético de los humanos actuales.
Los datos indican que el tamaño de población efectivo de los ancestros comunes, el número de individuos necesario para producir la cantidad de diversidad genética observada dentro de una población, fue similar a la de los humanos actuales. Según los científicos, esto sugiere que los primeros homínidos, como los neandertales, podrían haberse expandido a partir de poblaciones de pequeño tamaño, como los humanos modernos.