No hace falta otro Franco.
Hace falta una verdadera separación de poderes, para que la justicia sea justicia, y se la deje trabajar como debiera, caiga quien caiga.
Debemos de ser capaces de retener lo bueno que tenemos ahora, nuestras libertades, derechos y obligaciones, siempre dentro de una democracia, pero endureciendo las leyes para los servidores de "lo público".
Ni debemos caer en dictaduras, ni en falsos mesías populistas. Debe primar la ley del esfuerzo, la excelencia y la competencia, no la paguita universal, y a considerar el gobernar el país o un municipio una oportunidad de mejorar, y un privilegio, no un chollo para enriquecimiento personal y colocación de amigos y familia.
El cáncer de España no es la corrupción, es la falta de control a los gobernantes. Si no hay control, hay corrupción. Y si la justicia es controlada por el gobierno, sea del signo que sea...
A ellos les ponemos nosotros con nuestros votos, y es ante nosotros frente a quien deben responder.
Franco? No. Más democracia, más excelencia, y más control a los que nos gobiernan. Nadie debe tirar el dinero público, ni malversarlo. Cárcel para el que lo haga. Y a enriquecerse, si ese es su deseo, al sector privado.
Politico es igual a servidor de España, no a corruptus in extremis.