Me guardo unas cuantas palabras para este post. Y quiero a maría como el que más, pero hacer sufrir a un animal, y más doméstico, por unas plantas de maría... mejor me callo.
Yo tengo una gatita y no tengo que hacer ninguna barbaridad para que no me coma las plantas, tan sólo tengo que tener un poco de cuidado y, con el tiempo ha ido aprendiendo que esas plantas no se tocan.
Existen repelentes, y muchas otras cosas más sin hacer daño a los animales.