Es un artículo curioso que copio y pego escrito en el diario sport por Toni Frieros y David Salinas.
Al estar tan impregnado de política, lo voy a poner aquí. Me ha parecido curioso lo de este hombre, juzguen ustedes mismos.
La Guerra Civil española es un episodio que todavía escuece en la memoria de nuestra historia. Nicolau Casaus la recuerda con tristeza.
La vivió en el bando de los perdedores, si es que en aquella sinrazón hubo algún vencedor: “Cuando estalló la guerra reclutaron a mi cuñado, el hermano de mi mujer, que era quien llevaba el negocio textil de la familia. Como solidaridad, yo y dos amigos más de Igualada decidimos presentarnos como voluntarios para luchar en el frente republicano”.
Así lo hicieron. Se presentaron en Barcelona, en la Junta de Reclutamiento. Casaus se llevó una mayúscula sorpresa. Desagradable en su caso: “Me contestaron que no podía alistarme porque oficialmente yo era extranjero. Y la República había dictado la orden de expulsar fuera de España a todos los extranjeros”.
Casaus, recuerda, se quedó de piedra. Protestó y argumentó. Tras muchos dimes y diretes, finalmente se llegó al quid de la cuestión: “Mis padres, al nacer, me habían inscrito como ciudadano español ante el cónsul de España en Mendoza, Argentina, pero no envió a España la inscripción”. Don Nicolau hace una pausa y se ríe: “¡Qué cara pusieron aquellos dos amigos míos a los que yo convencí para que se alistaran en el frente! A ellos los cogieron, naturalmente. Y yo, que había sido el instigador, fui quien me quedé en Igualada”.
Aquel mozalbete, ya falto de pelo, siempre tuvo inquietudes sociales. A él, como nieto de un general e hijo de un capitán –“un tío mío murió en Africa atravesado por una bayoneta”, agrega– no poder combatir en el bando republicano le carcomía sus entrañas, de ahí que decidiera involucrarse en actividades políticas bajo la bandera de la CNT, que ya empezaba a defender los derechos de los trabajadores.
Recuerda que cierto día, arengando a unos mineros para que abandonaran el pico y la pala y se alistaran para combatir contra las tropas franquistas, se alzó una voz y le gritó a menos de dos metros de su cara: “¡Y en vez de hablar tanto, por qué no vas tú a la guerra!”.
De buen gusto le hubiera explicado, profusamente, que a él no le dejaron alistarse por ser, burocráticamente hablando, argentino.
Impresor, futbolista, acérrimobarcelonista, incipiente empresario textil, Nicolau Casaus, por aquellos tiempos, tenía otra afición: escribir. En un abrir y cerrar de ojos editó una revista llamada ‘Horitzons’. Era su director y como tal firmaba los editoriales: “Como se pueden ustedes imaginar, en aquella época, y teniendo yo la responsabilidad de esas páginas, no había semana que no escribiera un artículo contra Franco y su ejército. La República era el Estado y fue Franco quien se sublevó y se levantó en armas”.
Aquella militancia y actividad republicanas acabarían por pasarle, factura. De ello hablaremos mañana, debidamente...