En un día que ha sido resultado de la intersección entre "estoy hasta el culo de exámenes, tengo que ponerme ya con el próximo" y "si no me tomo un par de cerves mando el curso a la mierda", y, con todo mi buen rollo, motivado por algún que otro viaje a casa, con la serotonina bañando el espacio sináptico de mi cerebro, he llegado a mi dulce hogar, me he tirado en el sofá con mis compis de piso y hemos acabado viendo la peli Liberad a Willy (film que, dicho sea de paso, marcó mi infancia totalmente).
Entre una cosa y otra, uno se pone a hablar sobre la divertida orca que salta cortaolas y tal y cual, y comenta con sus colegas que hasta tiene ficha en IMDB. Y ahora llegamos al asunto en cuestión: resulta que el animalito viene a tener prácticamente la misma filmografía que el chico que hacía el papel de protagonista en esa película. Es decir, la misma historia de Joselito, los niños de E.T. y toda esta caterva de personajes que protagonizaron películas con cierto éxito, y cuyos actores no tuvieron mayor continuidad cinematográfica más allá del año siguiente a su estreno.
Y yo pregunto: ¿Preferís vuestras vidas anónimas, sumidas en la actual incertidumbre de si la chica de la cafetería de Derecho se fijará en vosotros, o quizá hubierais preferido ser el chico guapo de una película que ahora emitieran los domingos en Telecinco y de la que ya nadie se acordase?
¿Fama durante un par de meses o una vida constante condenada al anonimato, a veces taaan gratificante?