Las agresiones siguen siendo el caldo de cultivo en las universidades catalanas. Les copio a continuación la nota de prensa ( http://www.uld.es/index.php?option=com_content&task=view&id=32&Itemid=2 ) que Universitarios Liberal Demócratas ( http://www.uld.es/ ) ha remitido a los medios de comunicación catalanes y que ¡oh, sorpresa! ni aparece, ni se investiga:
El jueves 25 de enero, tras una cena de estudiantes de la Facultad de Económicas de la Universidad Pompeu Fabra, frente a la entrada principal de la Universidad uno de los dirigentes de ULD en esta Universidad fue increpado y agredido por un grupo de radicales independentistas. El hecho, que va a ser denunciado a los Mossos dŽEsquadra y a las autoridades académicas pertinentes, aconteció en el momento en el que el responsable de ULD en la Facultad de Económicas de la Pompeu Fabra se disponía a abandonar en coche el recinto Universitario, acompañado por varios compañeros que habían asistido junto a él a la cena, por un grupo de cinco radicales amonestaron y aporrearon el coche, obligándoles a bajar.
El grupo en cuestión, que salió sin mochilas ni nada de la universidad, se abalanzaron contra coche, incriminando a sus ocupantes, dando golpes al coche y dañando una de las puertas de éste. Los cinco radicales empezaron a proferir gritos y consignas, tachando repetidamente a los ocupantes del coche de fascistas y decir que la presencia de ULD en la Universidad era para ellos una provocación.
Poco a poco, el tono subió llegando a las descalificaciones personales, llegando a amenazar directamente los radicales con dar una paliza al miembro de ULD y a sus compañeros. Finalmente, al ver que se iba acumulando un nutrido grupo de observadores en la puerta de la universidad, amedrentados por la presencia de tantos testigos, los cinco radicales abandonaron el lugar de los hechos, tras recomendar al miembro de ULD “más vale que tengas un buen seguro de coche” o “nos vamos por no daros una paliza”.
Consideramos que este tipo de situaciones son ya algo cotidiano en la Universidad Pompeu Fabra, que además intenta encubrirlas, ocultando la aparición de pintadas amenazantes contra ULD que llevan apareciendo desde prácticamente la fundación de ULD en el 2003. Esta escalada de violencia, que se agravó con el asalto al despacho de ULD en la Pompeu Fabra, no hace más que incrementarse en intensidad, al tiempo que la universidad, que tiene medios técnicos para saber quiénes son los responsables, no lleva a cabo ninguna acción para impedir estos actos vandálicos.