Están repicando las campanas de la catedral, las escucho, eso es que ha resucitado Jesucristo ¡aleluya!. Cómo cambian los tiempos, estaba pensando. Me acuerdo antes cuando nadie salía una Noche Buena, cuando se veía más para una noche de recogimiento y una velada familiar.
Eran tiempos en los que la Televisión casi te educaba, ahí quiero llegar. Nos levántábamos de la cama, en verano, a las 10 o así, e íbamos al sofá, que estaba fresquito y daba un gusto estirarse ahí y reposar el cuerpo, más aun. Enchufábamos la TV, mientras las madres se iban por ahí a comprar o donde fuera y saliamos educados.
Era la época en el que nos ponian la típica serie que siempre era lo mismo: Surgía un problema, se resolvía de la mejor manera posible y había unos valores y moraleja final. Por ejemplo "Cosas de casa", siempre la misma fórmula, pero qué gran fórmula.
Por no hablar de Cheers, si nos remontamos aun mas atrás, en los que se enseñaba a beber con moderación y todo eran buenas maneras. Hasta en otras como "Los Ladrones van a la oficina" series que han sido sustituidas por mierdas como "Física o Química", "Sin tetas no hay paraiso" o "SMS", donde no hay principios.
Llegábamos a casa después de un duro día de colegio, y ¡zas!, éramos felices viendo esas enseñanzas, porque enseñaban y educaban. No recuerdo ni un sólo capítulo de "Farmacia de guardia" que no fuera apto para cualquier crio, cuyos padres podían dejarle tranquilamente ver la TV porque eran escuelas de valores, sin pasarse claro.
Ahora no... ahora llegas por la noche a casa y te cambian "Aquellos maravillosos años" por asesinatos, sexo, puterio extremo, drogas... si la cara es el espejo del alma de una persona, las series son el espejo de la sociedad.