Puede parecer una broma absurda pero no lo es.
Por un lado se logra cotizar y tener derecho a una futura pensión, cobrar del paro, etc...
Por otra se logra experiencia laboral tan necesaria para que consigas un curro mas convencional.
Esto lo comenta un economista llamado Niño Becerra
La realidad, la única e inmutable realidad, es que la oferta de trabajo es muy superior a la demanda", comentaba recientemente Santiago Niño Becerra. El economista recoge en un artículo diferentes ejemplos que corroboran que a estas alturas de la crisis hay muchas personas que están pagando para poder trabajar o por tener opciones de incorporarse al mercado laboral.
Becerra se hacía eco del mail de una mujer que reflexionaba sobre el panorama laboral del país y sobre el hecho de que cada vez haya más españoles que buscan oportunidades en otros países. ¿Cómo acceden muchos jóvenes al mercado laboral británico?
"Conozco varios casos en que los padres pagan a una agencia que se encarga de intermediar la búsqueda de trabajo. Otros que les pagan un master en una buena escuela para que tengan acceso a la bolsa de trabajo. Todos los gastos los sufragan los padres con tal de que sus hijos tengan una oportunidad de trabajo", explicaba la mujer en su carta al profesor, que firma sus artículos en La Carta de La Bolsa.
Pero el testimonio no se quedaba ahí: "Me comentaban este fin de semana que muchos padres adinerados están pagando a empresas ubicadas en China para que contraten a sus hijos por una temporada. También conozco el caso de unos padres que están pagando el coste de la seguridad social a una empresa constructora para que tengan contratada a su hija, que acaba de licenciarse en arquitectura".
Pero, ¿sólo emigran aquellos que tienen posibles? Quizás esa sea la paradoja de los tiempos que corren, ya que antes eran las clases más bajas las que emigraban y ahora parecen ser las más acomodadas las que buscan destino en otros lugares.
"Incitar a los jóvenes que busquen empleo en otros países es un buen consejo para salir de este país tan desastroso, pero no todos pueden hacerlo aunque lo deseen", concluía la autora del mail, que sentenciaba lo siguiente: "el trabajo es un lujo del que se puede presumir".