John Berkeley, filósofo inglés del siglo XVII, llevó al extremo la filosofía empirista de Locke.Según él, sólo existe aquello que percibimos. Pero entonces, ¿Cómo es posible que las cosas existan mientras nadie las está percibiendo? Berkeley halló una rápida respuesta a este dilema:Todo está siempre siendo sostenido por la percepción continua de un Dios que todo lo ve.
Su postura puede parecernos absurda, pero muchos se asombrarán al saber que la física moderna se ha visto forzada a llegar a conclusiones parecidas a las suyas.
Según el principio de indeterminación de Heisenberg, no es posible medir a la vez el momento y la posición de una partícula subatómica.Si se mide, es decir, si se percibe, una de las dos propiedades, la otra queda necesariamente indeterminada.Así, en un sentido muy real, sólo la cualidad que es percibida, (por ejemplo, su posición medida) es real, y la otra cualidad (su momento:masa por velocidad) no existe de manera determinable.Únicamente podemos "conocer" aquella que estamos percibiendo.El otro elemento está, en cierto sentido, allí (como si fuera percibido por un Dios que todo lo ve), pero no puede alcanzar una existencia determinada hasta que lo percibimos.
Por supuesto, a quienes estén inicados en la Sabiduría Hiperbórea esto no debe resultarles nada nuevo ni extraño, pues como dice Nimrod de Rosario:
"PARA EL ESPÍRITU, esto que el NO ES, NO EXISTE, ES UNA ILUSIÓN, o sea, NO ES. La única realidad es el Espíritu; sólo él ES. Pero el Demiurgo TAMBIÉN ES ESPÍRITU; por eso él es el ADVERSARIO. De allí que sea necesario distinguir entre el Pantocrátor y el mundo, es decir, entre el Dios plasmador y el mundo por él plasmado; entre el Demiurgo y el Universo ordenado. Los segundos forman el plano material hacia el que apunta la negación del Espíritu: el mundo material es pura apariencia, pura ilusión, puro fenómeno, puro proceso evolutivo, pura contingencia y accidente; para el Espíritu el mundo NO EXISTE, NO ES. Pero el Demiurgo SI ES y contra él se librará el combate por el retorno al origen, por la recuperación del "estado primordial""
En definitiva, el Demiurgo, el Creador del mundo material (que no es el Dios Verdadero y Más Alto, como bien nos enseñaron Platón,los gnósticos, los taoístas, maniqueos, cátaros etc.) Es lo ÚNICO que existe; todo lo demás es una mera ilusión, mera apariencia, "Maya" como bien lo denominan los hindúes, que entienden el Mundo Material como reflejo o distorsión del Pensamiento de Parabrahman.
Vale recordar tambien lo que tiene que decir la filosofía hermética al respecto, que afirma, "El Universo se sostiene sobre un Nôus incorpóreo, el cual constituye la Mente del Todo", afirmación que podéis comprobar en la misma página de la Wikipedia sobre el Hermetismo: http://es.wikipedia.org/wiki/Hermetismo.
Los neoplatónicos afirman este mismo principio, y la Doctrina Secreta de los Rosacruces, tal como la elaboraron Max Heindel, "Magus Incognitus" y muchos otros, viene a sostener esta misma creencia.Según esta Doctrina, Dios tiene tres aspectos, "Voluntad", "Sabiduría", y "Actividad" los cuales corresponden a tres Planos distintos de su Pensamiento o Nôus.El mundo físico no es más que un reflejo o distorsión de este Pensamiento Divino.Lamentablemente, los Rosacruces no tienenmucha difusión en Internet en el ámbito hispano, pero los que entendáis el inglés podéis leer una exposición más completa de su doctrina aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Rosicrucian_Fellowship
Y por supuesto, estos tres aspectos de Dios corresponden a las tres figuras de la Trinidad Divina que sostienen todas las grandes religiones, como el Hinduismo con Brahma, Vishnú y Shiva, el Cristianismo con el Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Cábala con Kéter, Chokmah y Binah, la religión egipcia con Isis, Horus y Osiris, o la religión mesopotámica con Anu, Enki y Enlil.Todo esto se explica más detalladamente aquí: http://www.revistabiosofia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=32 Usando conceptos muy parecidos a los que defienden los rosacruces.
Por tanto, no cabe ninguna duda: Todas las sectas sinärquicas que están al servicio del Nuevo Orden Mundial, como masones y rosacruces, adoran al Demiurgo Jehová-Satán, aquél que debe ser destruido sin compasión para que el Espíritu pueda ser liberado y volver a la Región del Dios Incognoscible y Eterno, el Verdadero Dios.