Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,, Apenado por la imposibilidad de tomar ambos,, Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie, Observando uno de ellos tan lejos como pude,, Hasta donde se diluía en la espesura;, , Entonces tomé el otro, imparcialmente,, Y habiendo tomado quizás la elección acertada,, Pues era espeso y requería uso;, Aunque en cuanto a lo que vi allí, Hubiera elegido cualquiera de los dos., , Y ambos esa mañana yacían igualmente,, ¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!, Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,, Dudé si debía regresar sobre mis pasos., , Debo estar diciendo esto con un suspiro, De aquí a la eternidad:, Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,, Yo tomé el menos transitado,, Y eso hizo toda la diferencia. . .