#38 En primer lugar, a mí no me llames amigo, no soy de los que congenian con lo banal. Bueno, ni tampoco con lo estúpido, no te voy a mentir, aunque esto salte a la vista. Como apuntaba anteriormente (y como he dicho siempre que he intentando debatir contigo), efectivamente, lo que falla es tu comprensión lectora. Es tedioso lidiar con alguien que no conoce el significado de las palabras; primero, porque este hecho dinamita todo intento de discusión; y segundo, por lo arduo y cansado que resulta tener que repetir una y otra vez algo que has dicho en tu primera frase. A veces no sé de dónde narices nace la voluntad de explicar, supongo que también le tendré asco a que me malinterprete alguien que no es capaz de sumar dos más dos.
Mi comentario: Es completamente vergonzoso, y no precisamente por pudor, que alguien que se dedica a hacer política se permita utilizar reclamos sexuales a favor de su campaña. Es vil y asqueroso. La propaganda política llevada al extremo de la banalidad. Sólo por lo que ha hecho debería ser cesada, al menos de cara a las próx. elecciones.
Cuando hago referencia a la vergüenza que me evoca dicho cartel, me aseguro de añadir que no es por pudor, es decir, que no tengo recato en ver unas tetas (de hecho me gustan grandes). No sé si sabrás lo que es una acepción, pero visto tu limitado conocimiento te diré que es cada uno de los significados que puede tener una palabra según el contexto en el que ésta aparece. El término vergüenza recoge hasta, según el DRAE, ocho acepciones. Si consultas dicho diccionario, verás cómo hago referencia a la primera de ellas.
¿Y por qué me evoca vergüenza? Antes de nada, aclarar que las campañas publicitarias políticas ya de por sí lo hacen: me parecen vergonzosas, haya o no tetas. Considero demasiado simple resumir la política en una imagen y un escueto esolgan. Pero lo de este cartel es especial: no sólo se compone de una simple imagen y un escueto eslogan, sino que es un burdo reclamo publicitario ligado a la sexualidad, con el fin de atraer adeptos no por hechos... Bueno, sí, por un par de hechos y nada más, qué narices. Vamos, llamar la atención de un colectivo en concreto pretendiendo generar polémica a base de algo que no tiene nada que ver con precisamente lo que se deja para el fondo: la política.
¿Y por qué considero que deberían cesar a esta candidata durante las próximas elecciones? Si la masa fuera crítica con cómo intentan moldearla, ella sola caería por su propio peso. Pero todos sabemos cómo está el patio, ¿o no? Por ello, no me parece correcto utilizar una propaganda tan banal en pos de captar la atención de los votantes, como decía. ¿Qué acabará siendo la política, un concurso de camisetas mojadas?...