Precariedad laboral en el sector cultural

#1Namec:

¿No creéis que tal y como está montado el sistema las instituciones públicas tienen el control de la creación artística y creativa?

Por supuesto y como todo lo público sin procesos de selección objetivos, es un nido de polítiqueo, mercadeo y enchufismo.

Lo que nisiquiera entiendo es porque el estado ha de subencionar la """"cultura"""", y lo pongo entre comillas porque en la mayor parte de los casos de cultura no tiene nada, con el dinero robado a los ciudadanos.

Que el dinero se quede en su bolsillo y ellos mismos decidan en que quieren gastarlo, pero claro entonces a muchos se os acaba el parasitismo.

#1 Es una mafia, y como dices, está todo montado de forma que se lo lleven vivo los gestores culturales, y los arquitectos y reformistas (no es casualidad que todos estos centros estén en edificios de mierda abandonados desde hace un siglo) y trabajadores de los centros (portero, limpieza, etc) con carnet de partido.

Los trabajadores reales de la cultura (diseñadores, artistas, creativos, etc.) son los tontos útiles de éstos, que a cambio de trabajar gratis se les ofrece visibilidad y líneas en el curriculum... (que tampoco sirven para nada más que para el propio mundillo, así que es un sistema precario piramidal que se retroalimenta).

#3 Ni aún así, porque a la ciudadanía se la ha educado en que el arte tiene valor 0, así que tampoco van a gastar nada de su propio dinero.

#5 Nada tiene valor en sí mismo, el valor existe en relación a una demanda.
Como condición de que algo tenga valor, tiene que tener alguna utilidad, esto es, crubir alguna necesidad.
Demanda y oferta, la cantidad solicitada y la cantidad ofertada, se equiparan. Si en cierto momento son distintos, la competencia tiende a igualarlas, y esto se cumple por un ajuste del valor. Si la demanda incrementa, el valor aumenta, si la demanda baja, el valor mengua, y también si la oferta baja, el valor sube, y baja si la oferta aumenta.

#10 Y la ignorancia también xD Por ejemplo la pseudociencia crece más rápido que el conocimiento científico.