Con la llegada de los calores veraniegos se hace imprescindible extremar las precauciones con los alimentos que consumimos si no queremos que la temida salmonela o el anisakis nos amarguen las vacaciones.
En el caso de la salmonelosis, los síntomas, que aparecen entre las 12 y las 36 horas tras haber ingerido el alimento contaminado, son diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre y dolor de cabeza y persisten de 1 a 4 días. Por su parte, el anisakis es algo más peligroso ya que además de problemas gástricos puede producir reacciones alérgicas.
Así, es importante ser escrupuloso con la limpieza, separar los alimentos crudos de los cocinados, evitar que éstos queden crudos por dentro, usar agua potable para lavar los alimentos o cocinarlos, y no consumir ningún producto caducado.
En este sentido, para evitar la salmonela (responsable del 70% de las enfermedades transmitidas por los alimentos) en la elaboración de salsas que contienen huevo crudo como las mayonesas, el Ministerio de Sanidad recomienda adquirir y utilizar sólo huevos correctamente envasados y etiquetados, conservarlos en el frigorífico desde su compra hasta el momento en el que se vayan a utilizar, lavar la cáscara con agua y jabón, evitar cascar el huevo en el recipiente donde se realiza la salsa, añadirle vinagre o limón para inactivar posibles gérmenes, una vez hecha, mantener la siempre en el frigorífico; y consumir el mismo día que se elabora.
Asimismo, para prevenir el anisakis, un parásito presente en el pescado, es importante que compremos pescado que esté limpio y sin vísceras. Si lo cocinamos, freimos, horneamos o lo hacemos a la plancha eliminaremos el parásito, pero si por el contrario vamos comer el pescado crudo o prácticamente crudo, es necesario congelar previamente el pescado a 20 grados bajo cero al menos durante 24 horas, una recomendación que se extiende a los pescados marinados, en vinagre (boquerones) o en escabeche.
Es importante que los consumidores sepan que los restaurantes están obligados por ley a congelar el pescado que se va a servir crudo, marinado o poco cocinado y a informar de este hecho a sus clientes.
Sin embargo, no causan la enfermedad, aunque se consuman crudos y sin congelación previa, los moluscos bivalvos como las ostras, mejillones, almejas, o coquinas; los pescados de ríos, lagos, pantanos; o de piscifactorías de agua dulce como las truchas y carpas; las semiconservas, o los pescados desecados salados.
http://www.abc.es/20090623/sociedad-salud/salmonella-anisakis-monstruos-verano-200906231656.html
Estos consejos pueden evitaros problemas alimenticios como son las famosas intoxicaciones alimentarias