En la primera etapa todo es guay, porque todo es un desafío. Pero si quieres meterte más en serio, llega a ser muy frustrante el tener que depender de la memoria muscular, y si eres alguien a quien le cueste memorizar (hablo de la memoria para retener información, no de la memoria muscular), lo es más aún si no adquieres un sistema desde ya para poder leer las partituras, en lugar de tener que confiar en tu memoria.
Ejem, la memoria muscular no es lo que tú dices.
Memoria muscular es que sabes hacer el salto de la tecla A a la tecla X sin pensártelo simplemente porque tu cuerpo recuerda ese salto. Y lo recuerda porque lo has repetido miles de veces.
Otra cosa es saberse la partitura de memoria, que no tiene nada que ver con memoria muscular.
#54 En el conservatorio nos encauzan... a base de muchas, muchas horas. Piensa que nada más empezar (con 8 añitos) ya te meten 2 asignaturas; cuando llegas a 5º llevas al menos 4 (instrumento, solfeo, piano complementario*, orquesta) y, más pa'lante, te meten análisis/compisición, cámara, jazz. Sí, 7 asignaturas tenía yo en los últimos cursos de grado medio (9º y 10º).
Y aprendes a leer en vertical porque tu coco sabe el acorde en cuestión. Si me dices un Re Mayor sé exactamente qué notas tiene (y hace 10 años que no abro una partitura), es algo que no tengo ni que pensar. Por eso son tantos años, porque se trata de hacer el máximo número de cosas de forma mecánica para poder centrarte puramente en la interpretación. Además, en asignaturas como análisis el profesor nos sacaba a la pizarra mientras te iba escupiendo acordes que tenías que escribir. Tenías el tiempo que se tarda en escribirlo. O sea, no mucho. Hay miles de perrerías que te obligan a memorizar las estructuras de los acordes... asi que luego no las piensas. En jazz, por ejemplo, las improvisaciones no son tal. Lo que haces, simplemente, es tirar de estructuras aprendidas anteriormente, porque sabes exactamente en qué tonalidad se está tocando, el acorde en cuestión y qué notas puedes y qué notas no puedes usar. Porque te aburres de practicarlo. Luego sale solo.
De hecho, de las últimas asignaturas que se estudian en Grado Medio es análisis... que consiste en desgranar una obra para entender qué partes tiene, cómo se desarrollan, qué es importante y qué es paja, etc. Son de los últimos eslabones que te permiten entender más profundamente cómo plantear una obra.
Que ojo, con o sin teoría las partes difíciles a nivel técnico exigen cientos de horas para poder llevarlas a cabo mediante memoria muscular. Al final las manos van prácticamente solas, y eso te permite centrarte en lo importante, en la interpretación. Pero prefiero no decir las horas que podía meterle a pasajes de 10 segundos... al final llega un punto en que la mano vuelva por el mastil. Haces saltos de 15 cm sin referencias y aciertas la nota de todas todas. Tocaba el violoncello, por eso.
Por desgracia en los conservatorios, al menos hasta grado superior no se hace mucho hincapié en ello, y los pianistas por norma general suelen pecar de una bastante mala primera vista (nada que ver con la primera vista de un instrumentista de viento).
Pues he tenido profesores de cámara muy cabrones entonces, pues cada obra nueva que hacíamos nos la chupábamos entera de cabo a rabo en las primeras de cambio. Luego ya troceábamos y repartíamos el trabajo. Eran risas mil.
Cuando tengo una nueva obra trato de no haber escuchado previamente una interpretación
Hombre, pero eso es prácticamente imposible...