Mariano Rajoy está muerto. No me refiero a que sea un cadáver político, que también, sino que falleció hace al menos meses y nos lo están intentando ocultar. Y tengo pruebas, o al menos indicios y pistas, que una vez unidos nos dan una idea clara de lo que realmente está ocurriendo con el presidente:
Sus apariciones públicas más destacadas son a través de pantallas, con lo que podrían ser grabaciones.
Esta táctica no puede sostenerse continuamente, dado que incluso los ciudadanos menos avispados que yo hubieran acabado sospechando, por lo que el gobierno en ocasiones recurre a un doble. Por desgracia para el Partido Popular, este actor apenas puede memorizarse los guiones y no está capacitado para improvisar, como probó el famoso “la segunda ya tal”.
Recordemos otro lapsus de Rajoy o, mejor dicho, de su doble. En mayo de 2013, el actor que le interpreta en el Parlamento se subió al estrado y comenzó su discurso diciendo: “Señor presidente del gobierno, señores y señoras diputados…” Nadie puede olvidar que es presidente de un gobierno. A no ser, claro, que no lo sea.
De ahí que se haya decidido posponer cualquier sesión de control al gobierno hasta septiembre. No es que el PP tenga miedo de Bárcenas, no, en absoluto, se mean en la boca de Bárcenas, pero claro, necesitan preparar una estrategia para enfrentarse a este problema.
Muchos medios han titulado esta noticia con expresiones como “El PP tumba etcétera”. ¿Se trata acaso de una advertencia velada al gobierno, ahora que muchas empresas de comunicación están pasando por momentos económicos difíciles y necesitan publicidad institucional? Probablemente.
Por cierto, sólo en 2012 el PP se negó a quince comparecencias de Rajoy.
Y en los primeros diecisiete meses de su presidencia, Rajoy sólo convocó cinco ruedas de prensa en España.
La delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, asegura que Bárcenas es una “losa para el PP”. La tercera acepción de losa es “sepulcro de cadáver”.
Examinemos las recientes declaraciones de Esperanza Aguirre: “Si ha habido corruptos, tenemos que descubrirlos”. Todo el mundo ha dado por supuesto que se refería a la corrupción espiritual de los sobornos y los sobres, pero ¿y si se refería a quitar la sábana que cubre el cuerpo ya corrupto del presidente?
Aguirre estaba con Rajoy durante el famoso accidente en helicóptero. ¿Murió Rajoy en este accidente y Aguirre lo sabe?
Esto explicaría por qué, a pesar de su exagerada ambición, Aguirre no puede hacer pública la muerte del presidente: ella misma forma parte de la conspiración para ocultarla.
De hecho, es muy probable que Mariano Rajoy no haya llegado vivo ni a jurar el cargo. Recordemos que muchas de las iniciativas de su gobierno van en contra del programa electoral con el que se presentó a las elecciones, comenzando por las subidas de impuestos, incluido el IVA. ¿Acaso Rajoy fue asesinado por una facción enemiga de su propio partido? No puedo afirmarlo con seguridad, por lo que diremos que hay un 98% de posibilidades de que haya sido así.
Pedro J. Ramírez tampoco ha dejado de hacer insinuaciones en su diario, siempre en apoyo de Esperanza Aguirre. Recientemente El Mundo publicaba un artículo sobre las escasas respuestas del gobierno, titulado “Silencio en El Escorial”. Recordemos que Felipe II ordenó la construcción del Monasterio de El Escorial y decidió morir y ser enterrado allí.
¿Y qué hay de Rubalcaba? Sin duda, también sabe algo y de ahí el reciente acuerdo al que ha llegado con el gobierno. Sus últimas declaraciones resultan asimismo sospechosas: “El tiempo no va a arreglar las cosas”. Todos sabemos que lo único que no tiene solución es la muerte.
El 11 de febrero de 2013, la prensa recogía un supuesto error de Moncloa, que había enviado un comunicado que decía: “Pésame Rajoy por fallecimiento Rajoy”. Se explicó que en realidad se quería hacer referencia a Eugenio Trías, pero es bastante más sensato pensar que el gobierno iba a admitir la muerte del presidente, pero se echó atrás en el último momento.
Rajoy tiene una cuenta en Twitter, que lleva “su equipo“. Los tuits que escribía él mismo iban firmados como MR. Si no me equivoco, el último tuit que ha firmado es del 24 de noviembre de 2011. ¿No tiene tiempo para juntar un máximo de 140 caracteres, incluyendo la firma? Sospechoso.
The Economist publicaba en octubre del año pasado un reportaje en el que se calificaba a Rajoy de “misterioso” y se decía que “sus problemas” estaban “empeorando”. ¿Problemas de salud? Seguro, porque también se aseguraba que España podría quedar atrapada “en una espiral de la muerte”.
En febrero de este año, era el Financial Times quien lanzaba insinuaciones, al asegurar que “Mariano Rajoy se enfrenta a la batalla de su vida”, expresión que se usa a menudo en referencia a quien acaban de diagnosticar un cáncer.
Puede que ninguna de estas pruebas sirviera de algo en un tribunal, pero una vez se examinan todos estos indicios en conjunto, resulta muy difícil creer que Rajoy siga vivo. Quizás murió en el accidente de helicóptero, quizás de cáncer, puede que ahogado en su propia saliva mientras dormía. No hay forma de saberlo, al menos aún. Pero no cabe duda de que el gobierno ha de dar un paso al frente y reconocer esta verdad, para después convocar elecciones que se disputen entre candidatos relativamente vivos.
España puede enfrentarse a la inestabilidad, pero no a las mentiras.
Fuente: http://laconspiracion.es/index.php/mariano-rajoy-esta-muerto-y-tenemos-18-pruebas/