Hombre, que mucha población griega ha estado viviendo de prestado es una realidad. Ahora bien, que para llegar a esa situación han sido necesarios muchísimos desmanes de los políticos de turno, de empresarios corporativistas buscando el favor del siempre connivente gobierno vendido por cuatro dracmas y unas cuantas falsificaciones de las cuentas y estadísticas públicas a manos (y de nuevo en colaboración gobierno-sistema financiero) de GS no es menos cierto. Y de eso, el ciudadano medio griego, poca culpa tiene más allá de la papeleta que en su día metió en la urna.
Yo no culpo a los ciudadanos griegos de la situación en la que están, en todo caso, si hay que depurar responsabilidades, habría que remontarnos a los años 80, cuando Grecia quiso entrar en las CE y en el proceso en que lo hizo. Después, en todos los diversos ministros de finanzas que hayan pasado por el Gobierno y, en definitiva, por los responsables de los dos grandes partidos griegos que, a similitud de PP y PSOE, se han dedicado a usurpar la soberanía de la población griega a cada euro de deuda que emitían.
No dejaré de repetirlo: un Estado es tanto menos soberano conforme aumenta su deuda pública, puesto que esto supone que tienes una obligación para con otra persona que debes cumplir y que ésta tiene un derecho de exigencia sobre ti. Al fin y al cabo, todo esto de la soberanía, no es nada más que la capacidad para establecer tus planes de futuro y decidir con qué medios realizarlos. Cuando planes de futuro y medios están sometidos a la decisión de un acreedor, tu soberanía se ve mermada. Y cuando tienes un +100% de tu deuda pública emitida en unas condiciones de claro riesgo de insolvencia y en manos de tenedores extranjeros cuya empatía por la situación de la población griega gira entre el 0 y el negativo, pues puedes decir definitivamente que como Estado, eres poco o nada soberano. Y que por muchos referéndums que convoques, la soberanía material y real de Grecia a corto plazo no depende de los millones de personas que acudan a las urnas.
Quien haya estudiado algo de historia sobre la formación de la UE debería asustarse. La vocación de este constructo burocrático es la de una unificación supraestatal. De aquí a 50 años y con la lección griega aprendida, poco sentido tendrá que sigan existiendo 28 sistemas fiscales sustancialmente distintos (en cuanto a imposición directa al menos). La disolución de cada parcela individual de soberanía con la que nacemos será disuelta en una enorme masa de organismos burocráticos sitos en la polla económica más gorda de la UE (Alemania/UK/Francia) y la metástasis de las células de poder político "europeo" irán parasitando las del poder político español, italiano, belga, croata, esloveno... Europa como única nación y como único Estado. Eso es lo que se pretende. Pero para ello es necesario dejar a los poco resistentes y disidentes por el camino.
Ojalá, y muy en serio lo digo, ojalá, esto de la UE se vaya a tomar por culo cuanto antes.