El referéndum iba de aceptar las condiciones impuestas por la Troika (de la cual formamos parte aportante los europeos mediante el BCE y la CE) al respecto de continuar con la línea de crédito ofrecida por ésta.
De salir el 'Sí', el Gobierno griego aceptaría la oferta, quedando el dinero de los europeos a disposición de Grecia.
De salir el 'No', el Gobierno griego declinaría la oferta, entrando Grecia en quiebra por no poder hacer frente a sus pagos y viéndose en la tesitura de continuar en el Euro o volver al Dracma.
En cualquiera de los casos, la parte acreedora (nosotros) tendríamos poco o nada que decir directamente. Poner la pasta y callar, según los moralistas prosyriza del foro.