pues resulta que viendo un anuncio que me parecio precioso
este
me acorde de este otro
y de esta historia
por el camino, los temidos 'doldrums', las calmas tropicales que sufren los veleros cuando navegan entre hemisferios, los peligrosos icebergs en los polos, los vientos siberianos del invierno chino, el legendario paso por el imprevisible Cabo de Hornos, la amenaza de los piratas y la vida a bordo de unos barcos tan fuertes como para resistir olas de siete metros y tan ligeros como para volar con 40 nudos de viento. Higiene, poca. Comodidad, menos. Comida, la mínima. Peligros, demasiados.
No hace falta echar la vista muy atrás para constatar el calibre de la regata. ¿Quién dijo que la vela era un deporte de pijos? La última edición, la 2005-2006, fue una de las más crudas que se recuerdan. No apta para hijos de papá. Nada se sabe del Movistar, el barco español que se hundió por una avería en mitad del océano, frente a las costas inglesas. El equipo fue rescatado de sus botes salvavidas por el ABN Amro 2, que marchaba por allí con el cadáver de uno de sus tripulantes en la bodega.