Es un pequeño texto que escribi hace una semana una aburrida mañana
Un tema bastante explotado en los últimos tiempos. Hace algunos siglos, la gente estaba obligada a ir regida por unas normas y restricciones basadas en la Religión, a las que no se les podía dar la espalda. Fuertes castigos y penas. Miles de muertos por culpa de esta mitología que aun hoy permanece en nuestra sociedad. Guerras Santas, Inquisición,…
El humano siempre ha dudado de la existencia de un ser superior, sus vidas se regían mediante unos mandamientos, con tal de que al llega la muerte, el espíritu salía de esa carcasa biológica y ascendía al cielo, que era algo así como el paraíso.
¿Qué decepción se habrán llevado nuestros antepasadas al ver (literalmente) que todo esto no conducía a ningún punto? Y que el fin de la vida terrenal es irrevocable, no hay paraíso, solo es puro simbolismo para satisfacer el espíritu del creyente.
Una mentira de la cual se ha sacado mucho dinero, pero ¿Por qué la gente se cree estas historias? Bien es sabido que el enfermo terminal o el anciano enfermo de corazón, por ejemplo, necesitan algo a lo que aferrarse en sus últimos momentos. Algo que refleja una actitud cobarde y de desesperación. Si bien es verdad que no es lo mismo el enfermo terminal, que puede tener cualquier edad o incluso ser un niño, que el anciano.
Este ultimo, ha vivido mas etapas de la vida, incluso tiempos donde un ser ateo era alguien extraño y mal visto. Tenemos un buen ejemplo en escritores de la Generación del 98 y del 27: Casi todos mostraban una actitud inconformista en sus años de juventud, marcado por un profundo ateismo, pero con el paso de los años adoptaron unas posturas más conformistas y conservadoras.
Aunque aquellos eran otros tiempos, ahora vivimos en la era de la información, donde todos podemos evolucionar mentalmente por medio de la razón, y comprender que es bueno para nosotros mismos.
Veamos un poco de historia. Cuando el mundo estaba poblado por anfibios y reptiles, no existía religión, la Madre Naturaleza llevaba su propio curso. Seguramente, si pudiéramos retroceder en el tiempo y preguntarle a alguno de estos anfibios sobre la existencia de un ser superior, probablemente contestaría “No entiendo tu pregunta, yo solo intento que no me maten”.
La Supremacía del más fuerte, un depredador podía acabar con tu vida si le apeteciera, igual que un demente fugado de un manicomio con una escopeta, no se debían buscar mas cosas en el fondo de esto, y menos aun complicarse con una religión.
Cuando estos reptiles vertebrados evolucionaron y evolucionaron y se convirtieron en seres humanos, necesitaban la creencia en un ser superior para poner respuestas a auténticos enigmas, como por ejemplo, la sucesión del día y la noche. Estas deidades solían ser seres mágicos y sorprendentes. Poco después aparecía el politeísmo.
Un ejemplo claro de politeísmo lo tenemos con los egipcios de la época faraónica. Deidades como Anubis o Ra recibían grandes sacrificios por parte de una población desvalida.
Después surgieron otras religiones politeístas por la cuenca mediterránea, como es el caso de los Griegos y los Romanos. Sus dioses se encargaban de garantizar el curso de la naturaleza y los creyentes rogaban al dios correspondiente una buena cosecha o suerte en combate, por ejemplo.
Pero no fue hasta el nacimiento de Jesucristo cuando se consolidaron las primeras religiones monoteístas espirituales, algunas nuevas, otras eran religiones milenarias que habían cobrado importancia es los últimos tiempos, por ejemplo los budistas.
A partir de ese momento la religión comenzó a pasarse de la raya. El mundo dividido por las diferentes religiones y cada uno tenía la suya como la mejor y verdadera.
Comenzó el derramamiento de sangre, invasiones entre países de diferente religión, imposiciones espirituales, terribles Cruzadas que duraron siglos, Inquisición Española, nuevas formas de racismo, etc.
¿El mundo no estaría mejor sin estos problemas?
¿Acaso el Libro Albedrío de las sociedades nos hubiera afectado positivamente?
Una de las peores cosas a mi parecer, que se viven en la actualidad, es la imposición de la religión por parte de los padres a edades tempranas, como es el caso del Bautismo y la Primera Comunión, en la religión católica.
En un principio, el bautismo es la consagración de la persona como cristiana, pero ¿Por qué algo tan extrema importancia lo recibimos a una edad tan temprana? Si este sacramento se practicara a los 18 años de edad, es posible que la mayoría de jóvenes blasfemarían y huirían de esta práctica con tal de no rozar el agua bautismal.
Pero a la edad a la que se realiza en la actualidad, no tenemos la capacidad de de razonar, ¡Es más!, no tenemos siquiera la consciencia de lo que hacemos. ¿Alguien se acuerda de su propio bautizo? Sinceramente, el Bautismo me parece un reclutamiento para la Iglesia, un reclutamiento forzoso del espíritu.
En el caso de la Primera Comunión, es incluso peor, nos deja sin escapatoria. Si le preguntas a algún niño que va a celebrar su Primera Comunión “¿Qué te gusta más de todo esto?” Responderá “Los Regalos” casi con toda probabilidad. El materialismo ha corroído los pilares básicos del círculo familiar. Nueva Consola, nueva bicicleta, etc. ¿Por qué no celebrar la Primera Comunión?
Lo Curioso es que unos años mas tarde, ellos mismos tendrán su arrebato de rebeldía y se autodenominaran ateos o agnósticos, que la misa aburre y que Dios no existe. Pero esta no es la autentica represión contra la Religión y la Iglesia. No quiero decir que la autentica represión tenga un fundamentalismo iconoclasta y vayamos por la vida quemando iglesias, si n saber que lo decimos y hacemos es fruto de nuestra razón, y no de una imposición desde una temprana edad.
Un ejemplo de esto ocurre conmigo, yo me volví ateo a base de documentales de la naturaleza en la televisión. Y aquí comienza el gran debate entre La Ciencia y La Religión. Esto abarca desde lo mas evidente, como es la teoría de la creación del mundo según el Génesis, hasta la existencia de un ser superior, un espíritu santo, etc.
Aunque la ciencia no lo es todo, y todavía existen enigmas sin resolver, en comparación con la religión… no tiene competencia. ¿Deberíamos tener una fuerte creencia en algo que no se puede demostrar o guiarnos por el Positivismo? Es decir, no admitir como validos otros conocimientos que no se presten a la experimentación científica. Es evidente lo que nos conviene.
Pero entra en juego otro factor… ¿La Religión nos impone un condigo de conducta ideal? ¿Por ser religiosos somos mejores personas? La Respuesta es NO rotundo, las razones, cuando tenga tiempo las escribo xD