A ver, aquí lo que ocurre es que todos los partidos tienen un suelo de votos. Es decir, una base de la que muy difícilmente podrán llegar a bajar, por mal que les vayan las cosas.
¿Qué define este suelo y dónde se encuentra? Depende de lo engrasada que esté la maquinaria del partido.
Por ejemplo, el PSOE: Ya hemos visto que, ni aún con una implosión interna, con viacrucis de su ex-actual líder incluido, ni siendo el hazmerreir de medio país por la casa de putas en que se habían convertido de cara a su público... ni con todo eso, el PSOE llegó a bajar de 80 diputados. 80, de 360 aprox. Sobre un 22% de los votos.
Al PP le ocurre parecido, y su suelo estará entre los 70 y los 80, también, con en torno a un 20% del apoyo. Y pase lo que pase difícilmente bajará de ahí. ¿Si VOX sigue subiendo? Bueno, podría haber cierto trasvase, pero el PP tiene una base bastante sólida, no tanto como el PSOE desde luego, pero ahí está y estará.
Otro cantar son Podemos, C's y Vox. Yo diría que C's apenas tiene suelo, ha quedado y seguirá quedando patente, que erigirse como partido de centro es lo peor de cara a afianzar voto, porque se te escapan por ambos lados, por arriba y por abajo, máxime cuando en ningún momento el partido tiene una línea clara de relato político.
Vox está por ver. Y Podemos ya tiene un suelo bastante sólido, de gente que, a diferencia de C's, difícilmente va a migrar a PSOE, mucho menos a otros partidos. En el ámbito autonómico, cada región es un mundo, pero en el plano nacional, yo diría que se sitúan en torno al 15%, que según la convocatoria y el desglose por región, vendrían a ser entre 25 y 35 (?) más o menos.
Y ya está. La vida es así. Cualquiera de estos partidos puede hacer la mayor barbaridad que quiera, que nunca va a bajar de cierto umbral. Bueno, nunca digamos nunca, pero yo diría que están lo suficientemente consolidados como para que eso no ocurra.
Pueden escupir, pueden atracar, pueden expoliar, pueden expropiar, pueden corromper y corromperse, pueden mangonear y repartir lo que es de todos entre unos pocos... da igual. Están y estarán.
Y eso nos aboca a una alternancia infinita entre PP y PSOE, a partir de ahora seguramente con necesidad de apoyos y extra de condiciones y condicionantes (de carácter nacionalista), pero, en fin, que nada va a cambiar... aunque todo parezca que ha cambiado esta última década.