Saludos Mediavida. Me ha parecido bastante graciosa una entrada de un blog que han compartido en mi facebook, (pese a que huela a fake desde Estambul). A lo mejor este tema estaría de lujo en el foro de anime, pero bueno me arriesgo a ponerlo aqui ya que hay barra libre de aggro. C&P a continuación.
http://jerezcrack.blogspot.com.es/2015/04/reyerta-entre-tunos-y-personajes-manga.html
Las autoridades locales deberían tomar medidas a la hora de programar ciertos acontecimientos en la ciudad. No es que la celebración del Certamen de Tunas implique otro delito que vaya más allá de ser un atentado al buen gusto, pero la mezcla de pantys negros y alcohol no es muy recomendable. Y conste que no estamos hablando de Ava Gardner sino de esos majaretas ya entrados en carnes y abandonados de pelo que se comportan como si se tratasen del eterno estudiante; un estudiante que se matricularía por primera vez en el Siglo de Oro, si atendemos a sus pintas.
El asunto es que un grupo de tunos una facultad de derecho muy pasado de Jagesmeister se topó cerca de Plateros con una aficionada al manga caracterizada de Lucy Heartfilia, un disfraz de rubia tierna en minifaldas que tiene su aquél. No tardaron un minuto en rodearla con sus guitarras y sus panderetas y cantarle con el aliento cargado y esa gracia que les caracteriza, que es ninguna, una adaptación de una conocida tonadilla: "albina, la de los rojos claveles…"
Resultó que el novio, uno que iba de Trunks y que volvía del quiosco de comprar una lata de Monster Ripper vio el panorama y mucho no le debió gustar el tema porque sufrió una transformación de esas a las que son tan dadas estos personajes, que de repente comienzan a chillar y a ponerse rubios, algo curioso en cuanto que la gente de a pie solemos ponernos más bien negros. Con esta pinta de rubio alocado atacó con su espada de papel albal al grupo de tunos que a su vez se defendieron a guitarrazos. A la reyerta se unió un amigo suyo que iba de Inuyasha y que también tenía una espada, pero de goma espuma y cinta americana, con la que la emprendió a golpes con el tuno que tocaba la pandereta y daba saltos.
La pelea se convirtió entonces en un tumulto al que se fueron uniendo tunos con bandas de diferentes colores y personajes mangas difíciles de describir. Incluso hubo alguno disfrazado de Batman que, al no tener demasiado claro con qué bando debía alinearse, se dedicó a repartir puñetazos y patadas indiscriminadamente sin más consideraciones.
La fiesta terminó con la llegada de la policía que detuvo a los participantes a ritmo de porra porque, para repartir leña, estos tampoco necesitan a nadie que los "anime".
Me consta que entre los Tunos implicados, ninguno era de fitness.