Un robot japonés de manos blandas conversa y sirve comida
Un robot de color blanco perla similar a E.T. despertó a un hombre de la cama en Tokio, conversó con él y le ayudó a preparar el desayuno con sus hábiles manos, en una nueva señal de que las máquinas se están pareciendo cada vez más a sus creadores humanos.
Twendy-One, bautizado como la edición del siglo XXI de un robot anterior, Wendy, tiene manos blandas y dedos con fuerza suficiente como para sostener suavemente a seres humanos cuando se sientan o paran, y movimientos flexibles que responden al tacto humano.
El robot puede tomar una rebanada de pan sin aplastarla, servir tostadas y ayudar a levantar a la gente fuera de la cama. "Es el primer robot en el mundo con semejante integración de sistemas", dijo Shigeki Sugano, profesor de ingeniería mecánica en Waseda University, director del proyecto Twendy-One (http://twendyone.com), y demostró sus resultados.
"Es difícil aunar fuerza y flexibilidad", agregó. El robot es un poco más bajo que una mujer japonesa media, con 1,5 metros, pero su peso es de 111 kilos. Los brazos largos y rostro con forma de judía aplastada le confieren una imagen similar a la del extraterrestre cinematográfico E.T.
Armado con todas las posibilidades de alta tecnología, Twendy-One ha necesitado cerca de siete años de esfuerzo y un presupuesto de varios millones de dólares, que le han permitido desarrollar habilidad para el habla y 241 sensores de presión en las manos, cubiertas de silicona.
Durante la presentación, el robot sirvió una tostada en un plato y cogió ketchup de una bandeja cuando se lo pidieron, tras saludar con unos robóticos "buenos días" y "que aproveche". Sugano anunció que espera desarrollar un robot viable comercialmente que pueda ayudar a ancianos y quizás trabajar en oficinas para 2015, con un precio de alrededor de 200.000 dólares (unos 134.610 euros).
Pero por ahora, es aún un trabajo en progreso. Twendy-One tiene sólo 15 minutos de vida de batería, y su parte trasera, cargada con un ordenador, tiene tendencia a recalentarse tras cada uso.
Yo de momento me quedo con la chacha...
