El dueño del Poti-Poti murió tras recibir 20 puñaladas en la cocina de su casa
Fuentes de la investigación señalan como implicados en el asesinato a dos jóvenes de Europa del Este que en las últimas semanas acompañaban al fallecido La Policía Nacional continúa con sus pesquisas y no descarta ningún móvil
Toda la calle Porvera estuvo conmocionada ayer. Camareros, comerciantes, vecinos... Todos eran amigos de Chema, José Manuel B. M., el propietario de la tortillería Poti-Poti, que apareció muerto el domingo por la noche en su domicilio de la calle Ídolos. La Policía Nacional guarda silencio mientras realiza sus pesquisas, pero fuentes cercanas a la investigación destacaron que falleció tras recibir unas 20 puñaladas y que sospechan de dos jóvenes de Europa del Este que durante las últimas dos semanas acompañaban al fallecido con frecuencia.
Los indicios apuntan a estos jóvenes, los dos rubios y bien vestidos; uno de ellos de unos veinte años y otro algo mayor. Nada se sabe de ambos desde el mismo día del asesinato. Desaparecieron a la vez que el coche de Chema B. M., un vehículo marca Mitsubishi. Nadie apunta su nombre ni su procedencia y la Policía carece de ficha policial, fotografía o identidad fiable que les facilite la búsqueda.
«Chema siempre le daba algo a todo aquel que apareciera por su bar: un refresco, una hamburguesa... Nunca decía que no a alguien que necesitara algo y era muy confiado», señala José Moreno, el propietario del bar Fili's y amigo del fallecido. «Estoy seguro de que esto ha desencadenado su muerte», añadía ayer.
Secuencia
Los primeros en sospechar que algo pasaba fueron los miembros su familia, que lo esperaban, como cada domingo, para pasar un día de campo en Mesas de Santa Rosa. No apareció, ni llamó para decir dónde se encontraba, algo impropio de él. Más tarde, cuando una de sus hermanas fue a abrir el bar a las siete y media de la tarde, tampoco se supo nada de él. Ella misma acudió horas después con un amigo, propietario de un bar cercano, a su domicilio, situado a escasos metros de la Porvera, en calle Ídolos número 6. Una vez allí intentaron abrir la puerta, pero les faltaba una llave. Preocupados, llamaron a los bomberos y fueron ellos los que descubrieron el cadáver de José Manuel B. M, a las 23.15 horas del domingo.
A pesar del drama que vive durante estos días la familia de Chema, el incidente de las llaves evitó a su hermana y a su padre presenciar un escenario dantesco. En la cocina de su piso yacía el cadáver de Chema tras sufrir una veintena de apuñalamientos. Más tarde, una vez se hubo personado la Policía, se dio aviso a la jueza de guardia, que ordenó el levantamiento del cadáver y su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense de Cádiz, donde se le practicó ayer la autopsia.
La Policía Nacional continúa su investigación y, aunque los efectivos de la Local están en alerta por la posible aparición del coche del fallecido, todo apunta a que debe estar muy lejos, ya que desde la última vez que se vio a Chema con vida y el descubrimiento de su cadáver pasaron más de 24 horas, tiempo suficiente para una larga huida.
Sospechas
Toda la calle Porvera despertó ayer con la mala noticia del fallecimiento. Muchos de los vecinos se enteraron por los mismos periodistas desplazados al centro de Jerez para cubrir la noticia. Tras la conmoción inicial, destacaron la calidad humana de Chema. Ningún vecino puso un 'pero' a su persona. «Siempre le abría las puertas de su casa a todo el mundo», comentaba Juan Moreno, vecino del barrio, «aunque no entiendo por qué dicen que la policía ha descartado el móvil del robo. ¿Dónde está la caja del sábado? Habría que saber eso», preguntó. Ayer por la tarde, clientes del bar señalaron que uno de los jóvenes que lo acompañaba era posiblemente consumidor de drogas. Fuentes policiales se han negado a aclarar nada de este extremo, aunque vecinas del fallecido aseguran que «han limpiado la casa», y que el robo ha sido el móvil de este cruel asesinato.
Fuente: www.lavozdigital.es
RPV: Un dueño de un bar con bastante dinero acoge en su casa a dos rumanos/ucranianos y estos se lo agradecen a puñaladas. Huyeron en su propio coche y se llevaron todo lo de valor de la casa. Incluso se oye por ahi que le limpiaron la cuenta bancaria.