Los tics corporales más frecuentes son aquellos que afectan la cabeza y el cuello, como: gestos, arrugar el cuello, cerrar los ojos, subir las cejas, guiñar un ojo, arrugar la nariz, hacer temblar las aletas de la nariz, contraer la boca, mostrar los dientes, morder los labios u otras partes, sacar la lengua, protruir la mandíbula inferior, cabecear, mover la cabeza, torcer el cuello, mirar a los lados y rotar la cabeza. Luego aparecen los que afectan a las extremidades superiores: sacudir las manos o los brazos, estirar los dedos, retorcer los dedos y apretar los puños. También se observan los tics que afectan al tronco y a las extremidades inferiores como encoger los hombros, sacudir pies, rodillas, peculiaridades de la marcha, retorcer el cuerpo y saltar. Existen otros tics que afectan a los sistemas respiratorio y digestivo: hipo, suspirar, bostezar, aspirar, respiración exagerada, ronquidos, eructos, chupar o hacer sonidos de saborear, carraspear. Aunque los tics se pueden suprimir temporalmente, están fuera del control voluntario y el individuo experimenta un aumento de la tensión emocional que sólo se alivia cuando se ejecuta el tic.
Es característico de la enfermedad la presencia de múltiples tics vocales, que provocan sonidos como chasquidos, gruñidos, ladridos, aullidos, olfateo, carraspeo, vocalizaciones automáticas, impulso irresistible a proferir obscenidades y coprolalia (voces y frases referentes a excrementos y porquerías, palabras soeces) que ocurre en un tercio de todos los casos.
También se pueden dar conductas auto-lesivas, como morderse los labios, el interior de las mejillas, frotarse los labios hasta sangrar o golpearse la cabeza.
La sintomatología asociada incluye: ecocinesis (imitación de movimientos de alguna persona que está siendo observada por el paciente), palilalia (repetición de las propias palabras o frases), ecolalia (repetición automática y sin sentido de las palabras o frases de otros), impulsos compulsivos de tocar cosas o efectuar movimientos complicados (por ejemplo tricotilomanía: arrancarse el pelo). Por otra parte, también se señalan los tics cognitivos que son definidos como pensamientos repetitivos. Se pueden dar en el 66% de pacientes con ST
Aunque la causa fundamental es desconocida, las investigaciones sugieren que el metabolismo de los transmisores cerebrales como la dopamina (encargada del control del movimiento), la serotonina (suele asociarse al control de las emociones, una especie de filtro de los impulsos) y la norepinefrina está alterado. Estas substancias neurotransmisoras son las que, en el cerebro, traspasan la información de una célula a otra.