Cómo convivir en España con un interés en alza
Una subida de los tipos beneficiaría a la economía y a los inversores de Bolsa, pero encarecería los préstamos hipotecarios.
MAÑUECO/ HERALDO. Madrid | A estas alturas casi nadie duda de que la Reserva Federal de Estados Unidos subirá mañana, una vez más, sus tipos de interés. Se espera un alza de otro cuarto de punto, hasta el 4 %. Además, parece que el Banco Central Europeo (BCE) puede empezar a encarecer el precio del dinero antes de lo que se pensaba. Quizá a la vuelta de pocos meses. Como fondo, las tensiones inflacionistas que se viven en EEUU y en Europa.
Una subida de tipos puede beneficiar a unos y perjudicar (y mucho) a otros. Puede venirle bien a la economía española, ya que su problema es de inflación más que de crecimiento. Un dinero más caro ralentizará la actividad económica. Una de cal, otra de arena. Los analistas consideran que los precios de consumo deberían moderarse en España hasta niveles del 2,8 o el 3 % durante el próximo ejercicio.
De momento y de vuelta a EEUU, el nombramiento de Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal significa el continuismo de la línea marcada por Alan Greenspan, por lo que se esperan, al menos, dos o tres subidas más de tipos en los próximos meses. Éste es el panorama. Se trata ahora de aprender a convivir con esta situación y, si es posible, aprovecharla.
Acciones más baratas
En general, entre las Bolsas y los tipos de interés existe una relación inversamente proporcional. La subida del precio del dinero hace bajar los precios de las acciones y viceversa. Sin embargo, no todos los valores del mercado se comportan de igual manera frente a un endurecimiento de tipos. De hecho hay empresas que encuentran argumentos positivos en esta clase de situaciones. Tradicionalmente, los valores que mejor aprovechan la subida de tipos son aquellos que mantienen una fuerte posición de tesorería y generan grandes flujos de caja.
Los bancos también pueden sacar tajada de una situación de tipos altos porque crecen sus márgenes. Los más beneficiados pueden ser SCH, BBVA y el Popular, que es uno de los que mayor implantación tiene en la banca minorista. El peligro (para los bancos, para las constructoras y para las inmobiliarias) se encuentra en que aumente la morosidad al mismo ritmo que suben las cuotas de los préstamos hipotecarios.
Porque los más perjudicados por un alza de tipos serán los ciudadanos de infantería, que han aprovechado la dilatada racha de dinero barato para endeudarse hasta los tuétanos en hipotecas a largo plazo. Ahora, dentro de poco, y por el arte de birlibirloque de los créditos a interés variable, las cuotas mensuales empezarán a subir.
El repunte del Euríbor
De hecho, el Euríbor (que es el índice de referencia de la mayoría de las hipotecas a tipo variable) ha repuntado hasta el 2,5 %, lo que es interpretado por el sector como que está "descontando" ya una subida de tipos en Europa. El mensaje ha calado y el mercado espera un repunte de los tipos, como muy tarde, para la primera mitad del año 2006.
Previsiblemente, el mercado inmobiliario será uno de los primeros en notar este cambio. Entre las razones que se esgrimen para explicar el elevado número de viviendas que se construyen y venden en España se dice que los bajos tipos de interés de estos últimos años han animado a los ciudadanos a adquirir sus caros pisos, aun cuando se veían obligados a pedir prestado a una entidad financiera más del 80 % del precio de la vivienda.
Exportaciones y petróleo
Además, una subida de tipos de interés por parte del BCE fortalecerá al euro. Un euro fuerte perjudica las exportaciones de las grandes empresas europeas, aunque abarata la factura del petróleo, que se paga en dólares.
Con tipos más altos saldrán ganando los ahorradores que coloquen su dinero en activos de renta fija (títulos privados, deuda pública o fondos de inversión especializados) siempre que los mantengan hasta su vencimiento, ya que en el mercado secundario los precios deben corregir a la baja para ajustar la rentabilidad de sus activos a las esperadas subidas en los tipos oficiales.
Conviene recordar que se puede perder dinero en renta fija, ya que los precios de estos activos se mueven al compás de los movimientos en los tipos de interés. De hecho bajan los precios (y repuntan las rentabilidades) cuando sube el precio del dinero y viceversa. Pero el ahorrador que mantenga sus títulos de renta fija hasta su vencimiento se garantiza que, a la amortización, recuperará íntegramente su inversión.