Peeeeeero a mí me había dicho el usuario "Soyboy X" que el castigo no alivia el dolor de las víctimas ni resarce de ninguna manera a los agraviados, que ver al asesino de tu hijo campando radiante por la campiña madrileña les llena de gozo y satisfacción al ver que el criminal que borracho se cepilló a tu familia se ha reinsertado correctamente.
Estos hijos de puta no son los peores; los malos son los pijos engreídos y pusilánimes que nos han hecho tragar con su moralidad vomitiva y decadente, que permiten mamarrachadas que solo unos auténticos canallas malnacidos podrían permitir.
Estoy hasta los huevos de todos vosotros. Ojalá algún día el Estado de manera legal le hiciese justicia a este pobre hombre y a su hijo.