En España aún no se han reportado datos sobre este asunto, pero en Alemania los sindicatos han advertido contra un peligroso incremento del dopaje en el trabajo. Los empleados germanos prefieren doparse para incrementar su rendimiento y evitar que les despidan.
Pese a que la tasa de paro en Alemania se mantiene estable desde abril en el 7,7%, muy lejos del 18,7% de España, los alemanes temen que la crisis económica acabe dejándoles sin empleo. Por esta razón, muchos de ellos han decidido recurrir al doping para incrementar su rendimiento laboral.
Así lo ha denunciado la Confederación Alemana de Sindicatos (DG quien advierte contra un incremento del dopaje en el trabajo por temor a la pérdida de empleo como consecuencia de la crisis económica y financiera internacional.
Según esta confederación, cada vez son más los trabajadores que echan mano de estos remedios para poder ser más productivos, aguantar más horas y tratar de hacerse más imprescindibles. También lo hacen para superar el estrés, lo que, "tiene consecuencias fatales para la salud", en opinión de Annelie Buntenbach, miembro de la ejecutiva de la DGB en declaraciones que publica hoy el rotativo Ruhr Nachrichten, tal y como recoge Efe.
Además, mientras en otros países es común la picaresca de inventarse enfermedades para no acudir al trabajo, en Alemania muchos empleados tratan de ocultar y disimular dolencias para no solicitar una baja ya que temen perder su empleo. La líder sindical Buntenbach advierte de que "el dopaje en el puesto de trabajo" y ocultar enfermedades puede tener consecuencias muy negativas para las propias empresas y los sistemas sociales.
"La respuesta a la crisis no puede ser mas trabajo y mayor presión laboral", afirma Annelie Buntenbach, quien asegura que "el temor a la pérdida del empleo hace que muchos trabajadores acudan enfermos a su puesto de trabajo".
Las propias cajas de salud han reconocido que el temor a la pérdida de empleo ha hecho caer en picado las solicitudes de bajas laborales por enfermedad. Mientras estas alcanzaban un porcentaje del 5,07 por ciento hace unos años, actualmente se sitúan a un nivel de 3,24 por ciento y con tendencia a reducirse aun más.