Tremendo documental sobre un puesto de perritos calientes en Chicago en el que se dedican a insultar a los clientes. Pero no del palo de esos restaurantes en los que dicen cosas graciosas, aquí es todo de hijo de puta para arriba.
En el vídeo el dueño cuenta que todo empezó un día en el que llamó "asshole" a un cliente borracho y se acabó convirtiendo en tradición.
La negra gorda se ceba xD
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