Bueno, yo ya me he sacado de la historia esta. Lo cierto es que entretiene más que el Candy Crush, pero tampoco es que sea Sodoma y Gomorra, que es como me lo vendieron.
La verdad es que con la historia esta se pilla fácil y puedes conocer a chorrocientas pivas. Lo que no mola tanto es que en el rango de +25, todas las que he conocido buscan algo más o menos serio. Y ni se esconden. Que sí, que puedes rascar dulce amor con un poco de gracia, pero al final te sientes como si estubieras atacando a una zebra moribunda con el reloj biológico a punto de estallar. Y eso no mola.
No sé, yo al principio pensaba que esto del Tinder era para folleteo esporádico, pasarlo bien un día y luego si eso ya se verá. Pero que va, lo que mayoritariamente me he encontrado han sido muchachas solteras que lo que realmente buscan son carapadres y pareja estable. Perfiles muy sosos y aburridos que oscilan entre la normalidad y la mediocridad. Y yo lo que busco son zorrones y putones verbeneros. De esas pivas que te cojen y te exprimen como a un limón para luego manipularte hasta el punto de hacer locuras con tal de poder probar un poco de su magia. Pero que va, de esas, ni una sola.
Y que vamos, al final la estadística ha quedado un poco regulera. De 7 citas que he tenido en dos semanas, sólo con 4 hubo final feliz la misma noche. Las otras 3 me dijeron de quedar otro día o hacer historias en plan tomar café (hola?), mostrándome un camino tortuoso hacia la friendzone y el pagafantismo, zonas oscuras en las que un hombre nunca debe caer. Hay quien dice que hay chicas que nunca se acuestan con un tio la primera noche, pero todos sabemos que eso es mentira. Y en caso de que fuera cierto, no es lo que esperas encontrar en una app como Tinder. Aquí se viene a jugar.
En cualquier caso, tengo claro que lo que me gusta y busco no lo encontraré por aquí. Quizás porque es demasiado fácil y me gusta complicarme la vida. O quizás porque como decía Paulo Coelho "Tinder es el vertedero del amor". Así que nada, chapando barraca y a ver si con un poco de suerte en breves conozco alguna lateen o asiática sabrosona con la que pueda pasar el verano y gastarme con ella los dineros.