La campaña militar de tintes más chuscos fue la emprendida por la flota del zar ruso para castigar a los japoneses durante la guerra ruso-japonesa (1904-1905). Los protagonistas fueron los barcos rusos que zarparon del Báltico rumbo Japón rodeando Africa.
El primer episodio tragicómico ocurrió en el mar del Norte, cuando los rusos confundieron a unos pesqueros ingleses con la flota nipona y los hundieron, con el consiguiente ridículo internacional. La rechifla aumentó cuando un barco ruso se enredó con un cable submarino, en el estrecho de Gibraltar. los rusos se vieron obligados a cortarlo, sin saber que se trataba de un cable de comunicaciones entre Europa y África, dejando a los continentes incomunicados.
por el camino atacaron un mercante sueco, un pesquero alemán y una goleta francesa al confundirlos con japoneses. Unas prácticas de tiro en alta mar, utilizando como blanco un barco abandonado, acabaron con el barco intacto y el hundimiento del barco de arrastre...
Finalmente cuando llegaron a Japón, fueron derrotados fácilmente en la batalla de Tsushima (1905), culminando así el viaje más desastroso que haya emprendido nunca una flota.
Fuente: Muy Historia Nº 16
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