Parece un fenómeno paranormal pero los médicos prefieren pensar que hay una explicación química. Lo único cierto es que un gato, que habita en un geriátrico del norteamericano estado de Rhode Island, ejerce de mensajero de la muerte. El felino, llamado Óscar, ha cogido la costumbre de visitar a los ancianos pocas horas antes de que éstos fallezcan.
Es algo más que una coincidencia puesto que, tal como ha revelado el médico geriatra Oscar Sosa a la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine, el felino ha llegado hasta el lecho de más de 25 residentes de la clínica poco antes de que éstos murieran.
El gato Óscar, de dos años, "parece no cometer muchos errores", explica el doctor Sosa. "Parece comprender que los pacientes están a punto de morir".
La doctora Joan Teno, profesora de salud comunitaria de la Universidad Brown, que atiende a los pacientes de la clínica, quita importancia al escepticismo que generan a priori las habilidades del animal: "El gato siempre se las arregla para aparecer y siempre lo hace en las últimas dos horas. No creo que tenga facultades paranormales".
"Es posible que haya una explicación química", tranquiliza Teno, al buscar la causa de las andanzas del gato de pelaje gris y blanco que habita principalmente en el tercer piso donde viven los pacientes dementes.