Urdangarín regresa a España
El duque de Palma deja Washington tras pedir la excedencia en Telefónica y se instala en Barcelona con la infanta Cristina y sus hijos.
Los duques de Palma y sus hijos regresan a Barcelona, después de que Iñaki Urdangarín hiciera ayer pública en un comunicado su petición de una excedencia "temporal" a Telefónica, la empresa para la que trabaja desde hace tres años en Washington. Previsiblemente, el matrimonio se trasladará a una residencia de alquiler, más modesta que su palacete de Pedralbes, que compraron en el año 2004 por seis millones de euros.
La excendencia que ha pedido el duque va acompañada de una suspensión de contrato, todo en clave temporal, ya que el esposo de la infanta Cristina también expresa su "intención de volver a desarrollar con la compañía nuevas actividades en el futuro".
"En los últimos años he venido representando puestos de alta responsabilidad en el Grupo Telefónica, en la convicción de que mis superiores jerárquicos han sabido valorar el esfuerzo y dedicación desarrollados durante este tiempo", señaló Urdangarín en la nota.
Las razones en las que se basa el yerno del rey parecen versar sobre el posible perjuicio que el proceso judicial que tiene abierto podría causar en la imagen de la compañía, que en sus estatutos expresa que los empleados pendientes de causas judiciales deben abandonar sus puestos de trabajo.
El duque se expresó con estas palabras "ante la posibilidad de que el procedimiento judicial abierto" en el que está incurso "pudiera tener alguna incidencia negativa para el grupo". Sin embargo, este punto no fue impedimento para que el pasado junio Telefónica anunciara la prórrroga del contrato de Urdangarín, pese a que entonces ya estaba imputado por el juez Castro.
Resto de la noticiaPor ahora la investigación judicial, que se encuentra en fase de instrucción, apunta a que Urdangarín y su exsocio Diego Torres encabezaron una trama a través de la cual se habrían apoderado de 5,8 millones de euros de los fondos públicos que percibió el instituto Nóos. En los próximos meses se reanudará el caso, cuando se espera que la Fiscalía presente el escrito de acusación.
Ahora mismo, está pendiente de conocerse el informe sobre los ingresos percibidos por Nóos, además del resultado de las tres comisiones rogatorias libradas a Andorra, Suiza y Luxemburgo, que aclararán el destino del dinero que desde el instituto se depositó en cuentas bancarias de estos países.
Las autoridades de estos estados aún no han respondido a la petición del Juzgado de Palma, que pretende identificar a los titulares de las cuentas en las que se depositaron miles de euros a través de las sociedades vinculadas a Nóos, que Urdangarín presidió entre 2004 y 2006.
La Casa del Rey, a la que el duque, señaló ayer, había informado previamente de su decisión, confirmó la noticia y señaló que "respeta" la decisión de Urdagarín y que, aunque regrese a Barcelona, su situación en la familia real sigue siendo la misma, es decir, seguirá apartado de la agenda de Zarzuela como lo está desde el pasado mes de noviembre, cuando la Casa del Rey calificó su comportamiento de "poco ejemplar".
Por su parte, la infanta Cristina, que también se encuentra desde hace algún tiempo ausente de las actividades oficiales, se reincorporará a su trabajo en la Fundación la Caixa, y retomará su vida cotidiana en la ciudad condal, donde los hijos del matrimonio reanudarán ahora el curso escolar.
Había renovado en julio por 1,5 millones
El duque de Palma, Iñaki Urdangarín, renovó contrato el pasado julio con la compañía Telefónica, como delegado para Estados Unidos, pese al proceso abierto en su contra por el "caso Nóos".
El yerno del rey prorroga así el contrato que firmó en 2009 con la empresa, por el que recibe 1,5 millones de euros anuales y otros 1,2 millones en especie por conceptos como el alquiler de su domicilio en Washington, el servicio de escolta o el coste de los billetes desde la capital de Estados Unidos a España.
A estas cifras se suma otra, en forma de "bonus" de 300.000 euros, que compensa las fluctuaciones existentes entre el dólar y el euro, mientras que el resto de los empleados de Telefónica que desempeñan su empleo
en el extranjero simplemente perciben su salario en la moneda local del país en el que trabajan.
Fuente
Deja Telefónica para no dañar su imagen, pero la de España no importa, es un mangante más.