Esto que ha propuesto VOX, debería ser la norma en toda España. Quizá con otros elementos, pero siempre tratando de fomentar espacios de memoria cívica para fortalecer los lazos de la comunidad imaginada. Los catalanistas lo saben muy bien, por eso en un par de décadas de pujolismo exacerbado, han conseguido crear en una parte de la población una comunidad de este tipo, apoyada en un espacio de comunicación, de ahí la importancia de la lengua además de la base cultural, en la cual se han centrado también dándole esa dimensión etnicista.
Uno en el colegio debería aprender no solo los métodos de nacionalización básicos como la Geografía o la Historia, también la Constitución y los símbolos del Estado, llegando a banalizarlos; es decir, asimilando sin tener que pensarlo, derivar de manera sosegada hacia esa comunidad política que se asimila como el respirar. Además, se debería fomentar la conexión entre espacios regionales, haciendo algo parecido a erasmus internos obligatorios, para que alguien del País Vasco viva una temporada en Andalucía y viceversa.
Salidos de esta etapa, el período en la milicia ciudadana, donde ese trasiego de ciudadanos entre una y otra comunidad se ampliase.
Esto siempre desde una perspectiva laica y puramente política, eliminando esos trazos de casticismo rancio sobre los que han construido su proyecto nacionalistas raciales o étnicos del norte de España.